Donald Trump elige como vicepresidente al gobernador Mike Pence, un consistente político provida
El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este viernes a través de Twitter las informaciones que apuntaban a Mike Pence, gobernador de Indiana, como su vicepresidente en caso de ser elegido. Pence había respaldado al senador por Texas Ted Cruz durante el proceso de primarias.
Pence, de 57 años, historiador y abogado, tiene experiencia en Washington, donde fue doce años miembro de la Cámara de Representantes representando a dos distritos de Indiana (2001-2013). Allí lideró los esfuerzos por privar de financiación pública a Planned Parenthood, principal industria abortera del país.
En 2013 fue elegido el gobernador del Estado. Casado desde hace 31 años con su esposa Karen, Pence tiene tres hijos y es de religión evangélica. Se opone a considerar matrimonio la unión entre personas del mismo sexo y es un consistente político provida.
Así lo ha expresado el presidente de la delegación de Right to Life [Derecho a la Vida] en Indiana, Mike Fichter, a LifeNews, al describir a Pence como "un protector entusiasta de los no nacidos y de sus madres": "La posición provida del gobernador Pence es algo más que verbal: una y otra vez la ha llevado a la práctica", añade.
Como resultado de sus políticas provida, los abortorios se han reducido en Indiana a una cuarta parte de los que había, con el consiguiente descenso del número de abortos en el estado. Precisamente Indiana es uno de los estados más negativamente afectados por la reciente sentencia del Tribunal Supremo estadounidense declarando inconstitucionales las leyes que obligan a los abortorios a disponer de los mismos recursos de protección a la madre que cualquier otro centro quirúrgico.
Medidas concretas: cuando se quiere, se puede
Fitcher hace un elenco de las medidas provida que ha tomado Mike Pence como gobernador:
-prohibición del aborto basado en el sexo, la raza, la nacionalidad o las posibles malformaciones;
-protección de los cadáveres de los niños abortados para que no sean tratados como desechos médicos ni utilizados en experimentación;
El gobernador de Indiana, Mike Pence, firmando en agosto de 2015 la ley que obliga a dar a los niños abortados el mismo tratamiento que a cualquier otro cadáver. En la foto, tercero por la derecha, con corbata y pelo blanco, Mike Fichter, presidente de Derecho a Vivir en Indiana.
-establecimiento de medidas sanitarias y de seguridad en la comisión de abortos químicos mediante la píldora abortiva;
-crédito de 1000 dólares a los padres que adopten;
-incremento de las sanciones por informar incorrectamente sobre abortos;
-impulso a la donación de cordón umbilical como alternativa a la investigación con células madre embrionarias;
-obligación de que los médicos del sistema público que practiquen abortos informen al departamento de Salud de su práctica privada como aborteros;
-mejorar los sistemas de apoyo a los padres con niños con síndrome de Down;
-suministrar información sobre lugares de ayuda a padres cuyo hijo tiene un diagnóstico prenatal adverso;
-mejorar las medidas de consentimiento informado para las mujeres que quieren abortar, entre ellas entregarles fotos impresas y a color del desarrollo fetal;
-protección a los ciudadanos para que no se les obligue (en aplicación del llamado "mandato abortista" de la Administración Obama) a pagar planes de seguros privados que incluyan cobertura del aborto.
Durante los próximos años se producirán previsiblemente varias bajas por edad en el Tribunal Supremo, por lo cual la condición provida o pro aborto del próximo presidente (que es quien elige a sus miembros) es decisiva para la conformación de una mayoría provida o pro aborto en el máximo órgano judicial del país.
Pence, de 57 años, historiador y abogado, tiene experiencia en Washington, donde fue doce años miembro de la Cámara de Representantes representando a dos distritos de Indiana (2001-2013). Allí lideró los esfuerzos por privar de financiación pública a Planned Parenthood, principal industria abortera del país.
En 2013 fue elegido el gobernador del Estado. Casado desde hace 31 años con su esposa Karen, Pence tiene tres hijos y es de religión evangélica. Se opone a considerar matrimonio la unión entre personas del mismo sexo y es un consistente político provida.
Así lo ha expresado el presidente de la delegación de Right to Life [Derecho a la Vida] en Indiana, Mike Fichter, a LifeNews, al describir a Pence como "un protector entusiasta de los no nacidos y de sus madres": "La posición provida del gobernador Pence es algo más que verbal: una y otra vez la ha llevado a la práctica", añade.
Como resultado de sus políticas provida, los abortorios se han reducido en Indiana a una cuarta parte de los que había, con el consiguiente descenso del número de abortos en el estado. Precisamente Indiana es uno de los estados más negativamente afectados por la reciente sentencia del Tribunal Supremo estadounidense declarando inconstitucionales las leyes que obligan a los abortorios a disponer de los mismos recursos de protección a la madre que cualquier otro centro quirúrgico.
Medidas concretas: cuando se quiere, se puede
Fitcher hace un elenco de las medidas provida que ha tomado Mike Pence como gobernador:
-prohibición del aborto basado en el sexo, la raza, la nacionalidad o las posibles malformaciones;
-protección de los cadáveres de los niños abortados para que no sean tratados como desechos médicos ni utilizados en experimentación;
El gobernador de Indiana, Mike Pence, firmando en agosto de 2015 la ley que obliga a dar a los niños abortados el mismo tratamiento que a cualquier otro cadáver. En la foto, tercero por la derecha, con corbata y pelo blanco, Mike Fichter, presidente de Derecho a Vivir en Indiana.
-establecimiento de medidas sanitarias y de seguridad en la comisión de abortos químicos mediante la píldora abortiva;
-crédito de 1000 dólares a los padres que adopten;
-incremento de las sanciones por informar incorrectamente sobre abortos;
-impulso a la donación de cordón umbilical como alternativa a la investigación con células madre embrionarias;
-obligación de que los médicos del sistema público que practiquen abortos informen al departamento de Salud de su práctica privada como aborteros;
-mejorar los sistemas de apoyo a los padres con niños con síndrome de Down;
-suministrar información sobre lugares de ayuda a padres cuyo hijo tiene un diagnóstico prenatal adverso;
-mejorar las medidas de consentimiento informado para las mujeres que quieren abortar, entre ellas entregarles fotos impresas y a color del desarrollo fetal;
-protección a los ciudadanos para que no se les obligue (en aplicación del llamado "mandato abortista" de la Administración Obama) a pagar planes de seguros privados que incluyan cobertura del aborto.
Durante los próximos años se producirán previsiblemente varias bajas por edad en el Tribunal Supremo, por lo cual la condición provida o pro aborto del próximo presidente (que es quien elige a sus miembros) es decisiva para la conformación de una mayoría provida o pro aborto en el máximo órgano judicial del país.
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