Después de su boda gay, Maroto afirma que el PP «asume como propia» la ley del matrimonio homosexual
El vicesecretario sectorial del Partido Popular, Javier Maroto, ha explicado este martes que el PP «asume como propia» la ley del matrimonio homosexual aprobada por el ejecutivo de Zapatero y ha defendido que todas las personas tengan «los mismos derechos y las mismas libertades».
En este sentido, en declaraciones en una entrevista en Antena 3, recogidas por Europa Press, Maroto ha declarado que dicha ley se trata de «un principio básico y un paso adelante» en su partido.
En referencia a la celebración de su reciente "boda" con su "marido", el dirigente opina que «ha servido para demostrar que, al igual que España y la sociedad española evoluciona, también lo hacen los partidos», algo de lo que se alegra «como ciudadano, como militante del PP y como miembro de la dirección».
Hace unas semanas, al acercarse su "boda", Maroto declaró también: "Si no hubiese estado de acuerdo con la ley, el PP la habría modificado con su mayoría absoluta. Y si no lo ha hecho es porque considera que esa ley se ajusta a derecho y es asumida y reconocida".
La cúpula del PP en la "boda gay" de Maroto; de izquierda a derecha: Jorge Moragas, Pablo Casado, Juan Emilio Maíllo, María Dolores de Cospedal, Mariano Rajoy, Javier Maroto, José Manuel Rodríguez, Andrea Levy, Javier Arenas e Iñaki Oyarzábal.
Una ley sin consenso y con mayoría simple
Cuando el PP presentó el recurso, en septiembre de 2005, lo firmaron 72 diputados. Fueron 22 más de los necesarios. El tribunal no sentenció hasta 2012 que el matrimonio gay respetaba la Constitución.
La ley del matrimonio gay se impuso por “rodillo parlamentario” y sin ningún consenso. En junio de 2005, el Senado español votó contra el matrimonio homosexual (131 senadores de cuatro partidos contra 119). Senadores socialistas (Francisco Vázquez, gallego; Mercedes Aroz, catalana) hablaron contra el matrimonio gay. El diputado socialista Ramon Espasa en Catalunya Radio declaró que llamar “matrimonio” a las uniones del mismo sexo requería mayorías realmente amplias (que no se dieron).
Se manifestaron contra la redefinición del matrimonio y la propuesta de Zapatero el Consejo de Estado (dictamen 2628/2004), la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia, el Consejo General del Poder Judicial, 700.000 firmas avaladas por la Junta Electoral Central y una manifestación de 700.000 personas (según la prensa italiana, por ejemplo) que colapsó Madrid con el lema “La familia sí importa” en 2005.
En junio la ley se aprobó con 183 votos a favor, 136 en contra y tres abstenciones; cuando el Senado la vetó, el Congreso levantó el veto, pero con más oposición todavía a la redefinición del matrimonio: levantaron el veto 187 diputados (incluyendo a Celia Villalobos, diputada del PP), pero se oponían a levantar el veto y a redefinir el matrimonio 147 diputados (del PP y UDC). No era una ley de consenso.
Vídeo subtitulado en español sobre por qué un Estado no debe legislar igual dos cosas que son muy distintas: el matrimonio que une un hombre y una mujer y la convivencia sexual de dos personas del mismo sexo
En este sentido, en declaraciones en una entrevista en Antena 3, recogidas por Europa Press, Maroto ha declarado que dicha ley se trata de «un principio básico y un paso adelante» en su partido.
En referencia a la celebración de su reciente "boda" con su "marido", el dirigente opina que «ha servido para demostrar que, al igual que España y la sociedad española evoluciona, también lo hacen los partidos», algo de lo que se alegra «como ciudadano, como militante del PP y como miembro de la dirección».
Hace unas semanas, al acercarse su "boda", Maroto declaró también: "Si no hubiese estado de acuerdo con la ley, el PP la habría modificado con su mayoría absoluta. Y si no lo ha hecho es porque considera que esa ley se ajusta a derecho y es asumida y reconocida".
La cúpula del PP en la "boda gay" de Maroto; de izquierda a derecha: Jorge Moragas, Pablo Casado, Juan Emilio Maíllo, María Dolores de Cospedal, Mariano Rajoy, Javier Maroto, José Manuel Rodríguez, Andrea Levy, Javier Arenas e Iñaki Oyarzábal.
Una ley sin consenso y con mayoría simple
Cuando el PP presentó el recurso, en septiembre de 2005, lo firmaron 72 diputados. Fueron 22 más de los necesarios. El tribunal no sentenció hasta 2012 que el matrimonio gay respetaba la Constitución.
La ley del matrimonio gay se impuso por “rodillo parlamentario” y sin ningún consenso. En junio de 2005, el Senado español votó contra el matrimonio homosexual (131 senadores de cuatro partidos contra 119). Senadores socialistas (Francisco Vázquez, gallego; Mercedes Aroz, catalana) hablaron contra el matrimonio gay. El diputado socialista Ramon Espasa en Catalunya Radio declaró que llamar “matrimonio” a las uniones del mismo sexo requería mayorías realmente amplias (que no se dieron).
Se manifestaron contra la redefinición del matrimonio y la propuesta de Zapatero el Consejo de Estado (dictamen 2628/2004), la Real Academia de Legislación y Jurisprudencia, el Consejo General del Poder Judicial, 700.000 firmas avaladas por la Junta Electoral Central y una manifestación de 700.000 personas (según la prensa italiana, por ejemplo) que colapsó Madrid con el lema “La familia sí importa” en 2005.
En junio la ley se aprobó con 183 votos a favor, 136 en contra y tres abstenciones; cuando el Senado la vetó, el Congreso levantó el veto, pero con más oposición todavía a la redefinición del matrimonio: levantaron el veto 187 diputados (incluyendo a Celia Villalobos, diputada del PP), pero se oponían a levantar el veto y a redefinir el matrimonio 147 diputados (del PP y UDC). No era una ley de consenso.
Vídeo subtitulado en español sobre por qué un Estado no debe legislar igual dos cosas que son muy distintas: el matrimonio que une un hombre y una mujer y la convivencia sexual de dos personas del mismo sexo
Comentarios