Vivía atenazado por la presión pero el Rosario y la adoración eucarística fueron clave
Cómo hallar la fe puede disparar el rendimiento de un futbolista: el claro ejemplo de Taylor Kemp
Taylor Kemp apuntaba a estrella del fútbol profesional desde niño. Ya destacaba como defensa en todas las categorías inferiores y finalmente llegó a lo más alto en 2012. Pero una vez primera división no había llegado a destacar como se esperaba de él pues una persistente ansiedad le atormentaba.
Sin embargo, este defensa del DC United, uno de los mejores equipos de la liga estadounidense, ha concluido esta pasada semana la mejor temporada de su carrera, rindiendo a un gran nivel y siendo el jugador que más partidos ha jugado de toda la plantilla.
¿A qué se debe este cambio radical? Taylor Kemp lo tiene muy claro y es que este año ha vuelto a la Iglesia Católica, participa en un catecumenado de adultos y sobre todo ha descubierto los sacramentos y la adoración eucarística.
Cómo la fe puede afectar incluso al rendimiento fubtolístico
Él mismo cuenta en una entrevista en National Catholic Register que la oración, la comunión y la formación cristiana le han ayudado a aceptar los errores y a experimentar que el fútbol no es lo más importante en su vida. Esto le ha liberado de la presión y de la ansiedad que podían con él por lo que su rendimiento se ha disparado de manera natural.
“La razón por la que esta temporada ha sido sin lugar a dudas la mejor para mí es porque me he hecho católico practicante totalmente. Antes de esto, el fútbol era una especie de reemplazo de la religión”, afirma este futbolista profesional.
El miedo al fracaso que le hacía ser infeliz
Hasta entonces, recuerda, “en lugar de disfrutar del fútbol durante toda la semana estaba pensando sobre si no era lo suficientemente bueno. Antes, durante y después de los entrenamientos y antes, durante y después de los partidos, mi gran preocupación no era la manera de jugar bien sino evitar hacerlo mal. Mi miedo al fracaso me hizo infeliz haciendo algo que pensé que me haría feliz”.
Taylor Kemp juega en DC United y ha sido esta temporada uno de los jugadores más destacados de su equipo
El punto de inflexión en este cambio se produjo gracias a la insistencia de su prometida, Brittany, católica de toda la vida. Ella le animaba a ir a la Iglesia pero Taylor Kemp siempre se negaba hasta que empezó a acompañarla a misa pero sin ninguna pretensión más que estar junto a ella.
Sin embargo, esto no era suficiente para su novia que le insistía una y otra vez para que se inscribiera en el RICA (Rito de Iniciación Cristiana de Adultos) de su parroquia. Él seguía negándose hasta que Brittany le apuntó sin decirle nada por lo que al final acabó yendo.
El vacío que la fe logró llenar
Fue en ese momento cuando su vida empezó a dar un vuelco total. Él estaba bautizado pero no tenía ningún tipo de formación por lo que encontrarse con los sacramentos fue para él un bombazo. “Me daban una sensación de paz y calma tal que nada en la vida podría igualarlo. La presencia de Dios se hizo evidente y un lugar vacío en mi alma se llenó”, cuenta Taylor.
Mientras tanto, él seguía teniendo preguntas y las respuestas empezaban a llegar a su vida. “Esto me llevó a orar más, pedí tener una mejor comprensión de los temas tratados en las clases del RICA e inevitablemente es mejor comprensión llegó”, recuerda el futbolista.
El descubrimiento de la castidad
Y esta formación le ayudó a entender mejor algunos sacramentos como el matrimonio. Afirma Taylor Kemp que “yo tenía respeto de antemano por el matrimonio pero no me había percatado de que era uno de los siete sacramentos. También aprendí como la castidad antes del matrimonio ayuda a los fúturos cónyuges que se aman de una manera desinteresada y centrada en Dios”.
Este descubrimiento de la fe y de la que paz que ésta confiere empezó a afectarle en todos los aspectos de su vida, también en la faceta deportiva.
La importancia del Rosario
“Una de las cosas que me ha ayudado a encontrar la calma y la paz ha sido rezar el Rosario. Los días de partido solían ser los más estresantes para mí, ahora lo son significativamente menos y estoy más tranquilo porque me recuerda que hay cosas espirituales que debería tomar más en serio que el fútbol”, cuenta el central que esta temporada ha marcado dos goles en la liga.
La vida de oración le está haciendo mucho bien y asegura que “la adoración eucarística es una de las formas más bellas y útiles para orar. Estar en la iglesia, en presencia de Cristo, durante 30 minutos o una hora, es extremadamente potente”.
Su cambio también está ayudando a otros
Taylor Kemp reconoce que no siempre es fácil ser disciplinado con la oración pero asegura que la adoración es “una de las mejores maneras para desarmarse a sí mismo y realmente estar más cerca de Cristo a través de la oración”.
Su transformación, dejando en un segundo o tercer plano su aumento en el rendimiento deportivo, ha provocado que varios amigos suyos hayan abrazado el catolicismo. “Sé que soy amado y bendecido por Dios y que Él me ha liberado de las tensiones y ansiedades que solían ser parte de mi vida. Ahora las cosas están en orden y esto ha contagiado a otras personas”, concluye este futbolista, cuyo modelo a seguir es San Francisco de Asís.
Sin embargo, este defensa del DC United, uno de los mejores equipos de la liga estadounidense, ha concluido esta pasada semana la mejor temporada de su carrera, rindiendo a un gran nivel y siendo el jugador que más partidos ha jugado de toda la plantilla.
¿A qué se debe este cambio radical? Taylor Kemp lo tiene muy claro y es que este año ha vuelto a la Iglesia Católica, participa en un catecumenado de adultos y sobre todo ha descubierto los sacramentos y la adoración eucarística.
Cómo la fe puede afectar incluso al rendimiento fubtolístico
Él mismo cuenta en una entrevista en National Catholic Register que la oración, la comunión y la formación cristiana le han ayudado a aceptar los errores y a experimentar que el fútbol no es lo más importante en su vida. Esto le ha liberado de la presión y de la ansiedad que podían con él por lo que su rendimiento se ha disparado de manera natural.
“La razón por la que esta temporada ha sido sin lugar a dudas la mejor para mí es porque me he hecho católico practicante totalmente. Antes de esto, el fútbol era una especie de reemplazo de la religión”, afirma este futbolista profesional.
El miedo al fracaso que le hacía ser infeliz
Hasta entonces, recuerda, “en lugar de disfrutar del fútbol durante toda la semana estaba pensando sobre si no era lo suficientemente bueno. Antes, durante y después de los entrenamientos y antes, durante y después de los partidos, mi gran preocupación no era la manera de jugar bien sino evitar hacerlo mal. Mi miedo al fracaso me hizo infeliz haciendo algo que pensé que me haría feliz”.
Taylor Kemp juega en DC United y ha sido esta temporada uno de los jugadores más destacados de su equipo
El punto de inflexión en este cambio se produjo gracias a la insistencia de su prometida, Brittany, católica de toda la vida. Ella le animaba a ir a la Iglesia pero Taylor Kemp siempre se negaba hasta que empezó a acompañarla a misa pero sin ninguna pretensión más que estar junto a ella.
Sin embargo, esto no era suficiente para su novia que le insistía una y otra vez para que se inscribiera en el RICA (Rito de Iniciación Cristiana de Adultos) de su parroquia. Él seguía negándose hasta que Brittany le apuntó sin decirle nada por lo que al final acabó yendo.
El vacío que la fe logró llenar
Fue en ese momento cuando su vida empezó a dar un vuelco total. Él estaba bautizado pero no tenía ningún tipo de formación por lo que encontrarse con los sacramentos fue para él un bombazo. “Me daban una sensación de paz y calma tal que nada en la vida podría igualarlo. La presencia de Dios se hizo evidente y un lugar vacío en mi alma se llenó”, cuenta Taylor.
Mientras tanto, él seguía teniendo preguntas y las respuestas empezaban a llegar a su vida. “Esto me llevó a orar más, pedí tener una mejor comprensión de los temas tratados en las clases del RICA e inevitablemente es mejor comprensión llegó”, recuerda el futbolista.
El descubrimiento de la castidad
Y esta formación le ayudó a entender mejor algunos sacramentos como el matrimonio. Afirma Taylor Kemp que “yo tenía respeto de antemano por el matrimonio pero no me había percatado de que era uno de los siete sacramentos. También aprendí como la castidad antes del matrimonio ayuda a los fúturos cónyuges que se aman de una manera desinteresada y centrada en Dios”.
Este descubrimiento de la fe y de la que paz que ésta confiere empezó a afectarle en todos los aspectos de su vida, también en la faceta deportiva.
La importancia del Rosario
“Una de las cosas que me ha ayudado a encontrar la calma y la paz ha sido rezar el Rosario. Los días de partido solían ser los más estresantes para mí, ahora lo son significativamente menos y estoy más tranquilo porque me recuerda que hay cosas espirituales que debería tomar más en serio que el fútbol”, cuenta el central que esta temporada ha marcado dos goles en la liga.
A friend of mine had this blessed in Rome before he gave it to me. Broke in my first Rosary prayer with it tonight. God bless 🙌🏻 pic.twitter.com/3p99SWLl71
— Taylor Kemp (@Tkemp02) 16 de noviembre de 2016
La vida de oración le está haciendo mucho bien y asegura que “la adoración eucarística es una de las formas más bellas y útiles para orar. Estar en la iglesia, en presencia de Cristo, durante 30 minutos o una hora, es extremadamente potente”.
Su cambio también está ayudando a otros
Taylor Kemp reconoce que no siempre es fácil ser disciplinado con la oración pero asegura que la adoración es “una de las mejores maneras para desarmarse a sí mismo y realmente estar más cerca de Cristo a través de la oración”.
Su transformación, dejando en un segundo o tercer plano su aumento en el rendimiento deportivo, ha provocado que varios amigos suyos hayan abrazado el catolicismo. “Sé que soy amado y bendecido por Dios y que Él me ha liberado de las tensiones y ansiedades que solían ser parte de mi vida. Ahora las cosas están en orden y esto ha contagiado a otras personas”, concluye este futbolista, cuyo modelo a seguir es San Francisco de Asís.
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