Martín Ibarra: Torreciudad y las romerías de 1968 y 1969

MEJORAS EN LA ERMITA DE TORRECIUDAD Y ROMERÍAS DE 1968 Y 1969

[Ermita y pantano, junio de 1961] 

Mejoras en la ermita. La romería de 1968. Modesto Pascau escribe a san Josemaría desde Barbastro contándole cómo ha asistido a la romería celebrada a la ermita de Torreciudad el 26 de mayo de 1968. «En el santuario luz eléctrica este año (el año pasado estaba el teléfono y por él transmitieron a Radio Huesca la romería); muchos coches aparcados entre grandes piedras y matorrales y a la vista ya el nuevo trazado de la carretera que nos acercará más aTorre-Ciudad a Barbastro». Modesto se muestra muy contento, pues ha sido un «día de romería llena de fe y de santa alegría».

San Josemaría contesta a Modesto el 6 de junio, mostrando su contento por «saber que mis queridísimos paisanos acuden al Santuario de Nuestra Señora de Torreciudad, con fe y devoción de hijos, para honrar a la Madre de Dios. ¡Cuánto me hubiera gustado hacer la Romería con vosotros!»^[1]. Además añade algo que explicita bien el porqué del santuario: «La labor que allí se quiere realizar es enorme. Pero una obra de piedad mariana de cultura y de investigación histórica tan importante, necesitará una cooperación proporcionada a su magnitud. Estoy seguro de que con la colaboración de todos –particularmente con la de los habitantes del antiguo Reino de Aragón- y con la ayuda de Dios, que no faltará, se ha de conseguir un gran bien para las almas de todo el mundo».

[Abancalado y reforestación, junio de 1969]

«En el corazón del antiguo Reino de Aragón». Este es el título del artículo que el periodista barbastrense Ramón Martí publicó en Heraldo de Aragón el 4 de julio de 1968. Dice que se ha concluido el anteproyecto y se trabaja en las obras a realizar: «hostería, bar, casa de retiros, aparcamientos con capacidad para quinientos coches, Centro de Estudios Históricos, especializado en temas relativos a la antigua Corona de Aragón, con biblioteca, capaz para varios miles de volúmenes, y un Centro de Formación Rural para la promoción de las labores sociales en los pueblos vecinos. La parte más importante del proyecto la constituye el nuevo santuario a la Virgen. Una gran explanada de acceso permitirá a los fieles, en los días de gran peregrinación, participar en los actos de culto que se celebrarán en el atrio de la fachada principal del santuario».

[Maqueta del nuevo santuario, junio de 1969]

Informa que ya está abierta la carretera de acceso desde La Puebla de Castro lo que permite un mejor acarro de los materiales y acercarse mejor a la ermita. Se trabaja también en la construcción de una nueva carretera desde la presa de El Grado, teniendo pendiente la instalación de la luz eléctrica, el teléfono y la subida del agua desde el embalse. Se ha comenzado la labor de reforestación.

Todo esto se está realizando gracias al Patronato de Torreciudad que es el promotor del mismo. Este proyecto cuenta además con las adhesiones del arzobispo de Barcelona, obispo de Barbastro, Diputación Provincial de Valencia, alcalde de Barcelona y la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza, Aragón y Rioja, esta última desde el 9 de febrero de 1967^[2].

[Virgen antes de la restauración]

La romería a Torreciudad del 11 de mayo de 1969. La presidió el obispo don Jaime Flores, acompañado por el vicario general don Santos Lalueza, el párroco de Graus don José Mairal, don Manuel Durán y el de La Puebla de Castro don Antonio Olivera, capellán de la ermita. La santa Misa comenzó a las 12. Posteriormente el arquitecto Heliodoro Dols explicó a los romeros encaramados en las rocas, el proyecto de las obras. Después todos tuvieron tiempo de acercarse a ver la ermita y el casón recientemente restaurado. Por la tarde rezó el rosario y la Salve gregoriana don Manuel Durán^[3].

Ese mismo mes de mayo comienzan a publicarse tres artículos de Manuel González Simancas y Lacasa, el arquitecto que se ha encargado de dirigir la restauración de la talla románica de la Virgen. «I. Tipo iconográfico»; «II. Antigüedad de la Imagen»; «III. Consideraciones estilísticas». Todo ello le lleva a la conclusión de que es muy posible que se tallara en el siglo XII «y no excluir que la imagen fuera en pleno siglo XI»^[4].

[Talleres de Arte Granda. A la derecha Manuel González Simancas. Detrás, la imagen de la Virgen] 

Mucho esfuerzo, mucha divulgación, mucho desgaste por parte de todos los implicados –del Opus Dei, cooperadores, amigos, personas de la comarca y de todo el mundo-. Vale la pena, por el bien que, pasados los años, se hará en este santuario mariano. Ermita-santuario que no se vendrá abajo como tantas iglesias y ermitas de la diócesis o de las diócesis vecinas.

[1] M. Garrido, 2004, p. 179.

[2] Heraldo de Aragón, 4-VI-1968.

[3] ECA, 15-V-1969.

[4] “La imaginería románica del Alto Aragón”, en ECA, 24-V-1969, 31-V-1969, 7-VI-1969.