Martín Ibarra Benlloch es historiador y fue director del Archivo de Torreciudad de 1998 a 2021
Martín Ibarra y Torreciudad (2)
3.- El jubileo del año 1900
El Papa León XIII invitó en el año jubilar de 1900 a consagrarse personal y colectivamente al Sagrado Corazón de Jesús. Esto se pudo hacer en el santuario de Torreciudad el domingo 2 de septiembre, con la participación del obispo Piñera, que giraba la Visita Pastoral.
[Cartel que invitaba a celebrar el jubileo de 1900 en Torreciudad]
Para ganar el jubileo se dispuso, sobre todo, de la existencia de numerosos confesores en el santuario de Torreciudad. En un impreso que se repartió profusamente, se informaba con toda precisión del carácter que debía tener esta romería, a la que estaban invitados todos los sacerdotes, autoridades y pueblo fiel. Al amanecer del domingo, numerosos grupos de peregrinos se divisaban en prolongadas hileras hacia el santuario. Los que habían pernoctado en el mismo «congregábanse en el templo para recibir los santos Sacramentos de la Penitencia y Eucaristía, y asistir al augusto Sacrificio”, presididos por la talla de la Virgen de Torreciudad. En dos altares colaterales se veneraba a san Agustín y a santo Tomás. Se juntaron unos treinta sacerdotes, además del magistral y el doctoral de la catedral de Barbastro y unos tres mil peregrinos.
Al no caber en el interior de la iglesia, se erigió en su pórtico un altar, para que los fieles pudiesen asistir a la misa ocupando la explanada y las rocas inmediatas a la misma. Se celebraron dos misas, la primera presidida por el señor obispo, que celebró la misa de comunión general. A las diez, tuvo lugar otra misa solemne. El broche de oro se puso con el rezo del santo rosario y de los gozos y motetes cantados con acompañamiento del armonium, además de una plática del señor obispo «y la consagración de todos los romeros al Sacratísimo Corazón de Jesús, puesto que el fin especial de estas peregrinaciones en este Año Santo es rendir el debido homenaje á Nuestro Señor Jesucristo, Redentor del mundo»
[La romería del año jubilar de 1900 en Torreciudad]
4.- ¿Cuántos asistían y se confesaban en el año 1911?
Se ha conservado la relación de las personas que visitaron el santuario de Torre Ciudad en el año 1911, firmado por el prior Emeterio Cosculluela. Es una cuadrícula con los doce meses del año y las semanas, indicando las personas llegadas en cada una de ellas. Así el mes de enero, cuenta con 15, 25, 9 y 18, un total de 67. Febrero, 27, 19, 25 y 32, un total de 103. En abril, 40, 38, 22 y 38, un total de 138. En mayo, 57, 68, 55, 75, un total de 255. En julio, 10, 17, 14 y 32, un total de 73. En agosto, 112, 140, 360, 435, un total de 1047. En septiembre, 295, 376, 480 y 589, un total de 1740. En octubre, 180, 95, 72 y 63, un total de 410. En noviembre, 35, 23, 18 y 54, un total de 130. El mes con menos afluencia es diciembre, con 46; el de mayor es septiembre con 1740. La semana de mayor afluencia es la cuarta de septiembre; la segunda, la tercera semana de septiembre. La tercera, la cuarta semana de agosto.
[Cuadrícula de 1911, del prior Cosculluela]
Están claras tres cosas: la primera, la estacionalidad, con escasa gente en el invierno. La segunda, el carácter agrícola de la mayor parte de los devotos, gente del país. Se observa con claridad en el mes de julio, que la gente está cosechando, y en el súbito aumento en agosto, septiembre y octubre, que marcan los máximos. La tercera, que no hay semana en el año que no acuda ningún peregrino al santuario.
El total de personas que visitaron el santuario de Torreciudad en el año 1911 fue de 4427. Al pie de la cuadrícula está anotado: «De estos se confesaron y recibieron la Sagrada eucaristía 297»[1].
[Torreciudad y el río Cinca]
Así que mucha gente era en 1911, 4427 personas. Si miramos a la actualidad y a pesar de la crisis, podemos ver que se han acercado al santuario de Torreciudad en el año 2022 unas 200000 personas. Nos parecen pocos, pero es mucha gente.
5.- Los cuestores o santeros.
Era frecuente hace unos siglos, que los obispos nombraran priores para la atención espiritual de una ermita o santuario. También que nombraran cuestores o santeros, que iban por las casas y pueblos solicitando ayuda en especie o en metálico. Llevaban una libreta donde se anotaba lo recogido y cada uno tenía una ruta establecida.
[Imagen peregrina que llevaban los santeros]
En el caso de Torreciudad, que formaba parte del arciprestazgo de Graus, era el obispo de Barbastro quien nombraba al prior y refrendaba a los cuestores. Estos solían estar en este cargo de manera voluntaria durante un año, aunque algunos estaban mucho más tiempo. Como curiosidad citaremos a José Castillo quien, en el año 1912, llevaba veinte años sirviendo en la ermita. Además de cuestar, se encargaban del huerto de la Virgen, de los animales, recados y de aquello que les encomendara el prior del santuario. En ocasiones se nombraba al prior encargado de alguna parroquia próxima los meses de invierno. Entonces uno de ellos, se hacía cargo de la atención de la ermita.
Había tres rutas establecidas que recorrían en los meses de verano, con sus caballerías. Estas rutas comprendían las comarcas de Ribagorza, Sobrarbe y somontano de Barbastro, aunque sabemos que en ocasión iban por la diócesis de Lérida (arciprestazgos de Benabarre, Roda de Isábena, Monzón…). Se les conoce también como santeros, pues iban con una imagen de la Virgen, que les acompañaba siempre. Se conserva la última empleada en el paso del Medallón de la Virgen, dentro del nuevo santuario.
[Impreso de la cofradía editado por el santuario]
[1] AHDBarbastro. Legajo 810. Torreciudad. Nota sobre los devotos en Torreciudad en el año 1911.