Viernes, 22 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

HEMEROTECA El niño que creció como una niña... y marcó el camino

Así destruye a la gente la ideología de género: la realidad estremecedora de su inventor, John Money

El doctor John Money, padre de la ideología de género que adoptaron luego feministas y lobbies gay, experimentó y dañó a los niños de la familia Rainer, y más
El doctor John Money, padre de la ideología de género que adoptaron luego feministas y lobbies gay, experimentó y dañó a los niños de la familia Rainer, y más

Emanuele Boffi / Tempi.it

La Editorial San Pablo en Italia, catorce años despúes de su publicación en inglés en el año 2000, ha traducido y publicado As Nature Made Him. The Boy Who Was Raised as a Girl (“Como la naturaleza lo hizo. El niño que creció como una niña”).

El título, en italiano, reza así: Bruce Brenda e David. Il ragazzo che fu cresciuto come una ragazza (“Bruce Brenda y David. El chico que creció como una chica”).

En las primeras tres palabras se recoge el sentido de este caso: tres nombres, una única persona.

El autor es un periodista estadounidense, John Colapinto, que transformó en libro su célebre investigación, publicada por primera vez en diciembre de 1997 en Rolling Stone.



El caso, que en Estados Unidos fue muy sonado, es desconocido en Italia [y en España, nota de ReL], pero merece que hagamos un recorrido por el mismo, porque es la base de la denominada teoría de género. 

Nacen dos gemelos, a uno lo operan mal
El 22 de agosto de 1965 nacieron en el hospital St. Boniface de Winnipeg (Canadá) dos gemelos idénticos, Bruce y Brian Reimer. Ambos tenían un problema de fimosis en el pene, por lo que fue necesaria una circuncisión, operación sencilla y de rutina, a la que los padres, Ron y Janet, dieron su consentimiento sin problemas.

El 27 de abril de 1966, el día de la operación, una insólita tormenta de nieve se abatió sobre Winnipeg, presagio shakespeariano de lo que habría de suceder, pues enmarca el accidente que afectó al pequeño Bruce. Por un error increíble, quemaron su pene. «Se separó en trocitos» y «desapareció completamente».

El dotor Money, inventor de la ideología de género
Los padres, desesperados, tras una serie de consultas médicas se pusieron en manos de John Money, un médico del que habían oído hablar en la televisión por sus milagros de «reasignación sexual» que llevaba a cabo en el Johns Hopkins Hospital de Baltimore.

Money era ya entonces uno de los investigadores en sexología más respetados del mundo.

Con un discurso brillante y una inteligencia sofisticada, era el creador de la ideología de género, basada en la idea de que la identidad de una persona no está fundada en los datos biológicos del nacimiento, sino en las influencias culturales y el ambiente en el que crece.

Money, que guiaba la clínica pionera en cirugía transexual de Baltimore, estuvo encantado de ocuparse del pequeño.

El bebé, cobaya para el científico ideólogo
Bruce era la cobaya que él estaba esperando para demostrar la bondad de sus teorías, un pequeño varón sin pene al que podía transformar en una niña.

Ya entonces, el doctor era un asiduo de los platós televisivos, desde los que argumentaba a favor del «matrimonio abierto, del nudismo y de otras formas de cultura sexualmente desinhibida».

Definido por el New York Times como un «agente provocador de la revolución sexual», defendió la película porno Garganta profunda y firmó editoriales sobre la «nueva ética del sexo lúdico».

Animaba a sus pacientes a experimentar con todo tipo de deseo sexual, incluida la «lluvia dorada» (orinarse encima durante la relación sexual), la coprofilia, las amputaciones y el autoestrangulamiento. Para Money no eran perversiones, sino «parafilias».

Cuando la pedofilia no se veía tan mal...
En abril de 1980 explicó en la publicación Time que una experiencia de pedofilia «no tenía necesariamente una influencia negativa sobre el niño».

Durante toda su carrera este hombre fue reverenciado, recibiendo homenajes, numerosos reconocimientos y premios, además de sabrosas subvenciones.

Creó la primera clínica para la identidad de género, celebrada por las mayores y más importantes revistas estadounidenses e internacionales.

Hoy sus estudiantes y protegidos, cuenta Colapinto, «ocupan posiciones preeminentes en algunas de las universidades, instituciones de investigación y revistas científicas más estimadas de los Estados Unidos».

El doctor "me parecía un dios", dice la madre
Hasta conocer a Bruce, el campo de acción de Money se había limitado a los hermafroditas. El niño fue para él su ocasión dorada.

Cuando Ron y Janet, que entonces tenían sólo 20 y 21 años, le conocieron, se quedaron fascinados por el personaje. «Me parecía un dios», dice ella.

El médico les explicó que le podía dar al niño una vagina que funcionara perfectamente, pero que necesitaba su colaboración para que Bruce se convirtiese en niña.

Era importante que la vistieran como una niña, que no le cortaran el pelo, que hicieran lo posible para que ella se sintiera “una ella” y no “un él”. Así tendría una vida feliz.

Primer paso: castrar al niño
El 3 de julio de 1967 Bruce fue castrado por el Dr. Howard Jones, un colaborador de Money que seguidamente lo abandonó para emprender una profesión más remunerativa: abrió en Virginia la primera clínica para la fecundación in vitro.

De este modo, Bruce se convirtió en Brenda. Durante los primeros años, Ron y Janet se lanzaron de cabeza en esta empresa.



El niño que fue llamado Bruce al nacer,
reconvertido por el doctor Money en la niña Brenda


Pero algo no iba bien. La pequeña Brenda ignoraba las muñecas que le regalaban, adoraba pelear con sus amiguitos, construía fuertes en lugar de peinarse delante del espejo. En el baño, hacía pipí de pie.

Los primeros años de colegio empeoraron muchísimo la situación. Brenda empezó a ser especialmente violenta y la suspendieron.

Vendiendo el "éxito"
Mientras tanto, en 1972, Money publicó su libro Man & Woman, Boy & Girl (Hombre y Mujer, Niño y Niña), en el que puso al mundo al corriente del extraordinario «caso de los dos gemelos».

El volumen describía el experimento como un «rotundo éxito». Era la «prueba concluyente» de que «no se nace varones o hembras, sino que uno se convierte en varón o en hembra».

El caso tuvo resonancia mundial. Adoptada por el movimiento feminista, la obra fue alabada en las primeras páginas del Time y del New York Times Book Review, lo que dio a su autor la indiscutible celebridad de un gurú.

Sus tesis, se escribió entonces, tendrían sobre la historia de la humanidad una influencia comparable a la «teoría de la evolución de Darwin».



El mundo adoptó la nueva ideología
Sólo un desconocido investigador llamado Milton Diamond se atrevió a expresar su perplejidad ante el caso. Pero fue ignorado. Al contrario, «el caso de los gemelos de Money fue decisivo para que se aceptara universalmente no sólo la teoría según la cual los seres humanos son, cuando nacen, psicosexualmente modelables, sino también la cirugía de reasignación sexual como tratamiento para los niños con genitales ambiguos o dañados. El método, que antes se realizaba sólo en el Johns Hopkins, se difundió rápidamente y hoy se lleva a cabo en casi todos los principales hospitales del país».

Sin embargo, la realidad iba en otra dirección muy distinta.

Brenda seguía comportándose «como un marimacho», defendía a su hermano en las peleas y le costaba estar con sus amigas.

Los experimentos de Money
Periódicamente, los dos hermanos iban a la clínica de Money para ser sometidos a unos estresantes test psicológicos.

Durante estas sesiones, a los dos gemelos de seis años se les mostraban imágenes de sexo explícitas «para reforzar su identidad/rol de género».

Los dos hermanos estaban obligados a simular actos sexuales entre ellos.

En una ocasión, el Dr. Money «les hizo una foto con una Polaroid».

Para Brenda, estas sesiones, a las que se tenía que someter también sola, eran una tortura.

En sus sueños imaginaba que era un veinteañero «con bigotes», pero tenía miedo de decírselo a sus padres por temor a desilusionarlos.

De hecho, Ron y Janet, frustrados por el comportamiento de la niña, intentaban por todos los medios aplicar los consejos de Money: se paseaban desnudos por la casa, iban a campamentos de nudistas, presionaban a la pequeña para que asumiera actitudes femeninas.

El precio de la ideología
Todo ello les llevó a un agotamiento nervioso: Janet intentó suicidarse, Ron empezó a beber.

Money, mientras tanto, publicó un nuevo libro de éxito (Sexual Signatures, "Características sexuales") en el que volvió a hablar de Brenda, que «estaba atravesando felizmente su infancia como una verdadera chica».

La realidad es que Brenda, con once años, empezó a tener instintos suicidas.

Los asistentes sociales y los médicos de su ciudad entendieron que algo no iba bien, pero la fama de Money era demasiado grande para poder ensombrecerla.

Brenda transcurrió su infancia pasando de un psicólogo a otro.

A los doce años empezó el tratamiento con estrógenos para hacer crecer el pecho.  

En la última visita que tuvo en el estudio del Dr. Money tuvo un encuentro con un transexual que le magnificó las ventajas de la operación quirúrgica de cambio de sexo. Brenda huyó y les dijo a sus padres que si la obligaban a volver «se suicidaría».

Ser una "chica" sin el doctor Money
Aunque ya alejada del médico, Brenda siguió teniendo una vida difícil. En el colegio la llamaban «gorila» y algunos periodistas empezaron a interesarse en ella. En 1977, un equipo de la BBC fue a Winnipeg para hablar con sus médicos. Todos confirmaron la misma impresión: Brenda no era la «chica feliz» de la que hablaban los best-sellers de Money.

El mismo doctor, contactado por la BBC, se negó a ver a los periodistas, cerrándoles la puerta en las narices. El documental, titulado The First Question (La primera pregunta), emitido el 19 de marzo de 1980, pasó inadvertido.

Algunos días antes, el 14 de marzo, Ron le había revelado a su hija su historia. Como relata Colapinto, Brenda «se sintió aliviada» porque por fin entendió que «no estaba loca». La primera pregunta que le hizo a su padre fue: «¿Cuál es mi nombre?».

Volver a ser varón
Brenda decidió volver a su sexo biológico. Eligió llamarse David porque este es el nombre «del rey asesino de gigantes de la Biblia», el niño que combate y vence al poderoso Goliat.

Empezó a inyectarse testosterona, le crecieron los primeros pelos en el rostro, a los dieciséis años se sometió a la primera operación para la creación del pene. Mientras esperaba la mayoría de edad, permaneció escondido dos años en el sótano de su casa.

A los dieciocho años pudo entrar en posesión del dinero que el St. Boniface Hospital le había concedido como indemnización y adquirió una furgoneta equipada con todas las comodidades, a la que bautizó según el fin que tenía que tener: «Furgoneta para copular».

La cosa no fue así. David no tenía capacidad de erección y la cosa se supo entre sus amigos.

Intentó de nuevo el suicidio dos veces.

A los veintidós años se sometió a una faloplastia y, dos años después, tuvo su primera relación sexual. Pero aún era profundamente infeliz.



David Raimer, después de rechazar su feminización

Algo novedoso: orar
Colapinto relata que en el verano de 1988 David hizo «algo que no había hecho antes: acabé rezando. Dije: “Tú sabes que he tenido una vida terrible. No tengo intención de quejarme contigo porque Tú debes saber porque me estás haciendo pasar por todo esto. Podría ser un buen marido, si se me diera la posibilidad”».

Dos meses después conoció a Jane, una madre soltera que había tenido tres hijos de tres hombres distintos. Se enamoraron. David vendió la inutilizada furgoneta para copular y compró un anillo de brillantes. Se casaron el 22 de septiembre de 1990.

Una ideología que traía financiación
Milton Diamond, el primer investigador que contestó las tesis de Money, asestó un duro golpe a su credibilidad. Money, aunque ya no hablaba del caso de los gemelos, seguía sosteniendo las tesis de género que continuaron facilitándole grandes financiaciones, también públicas.

Pero en 1994, Diamond, después de haber conocido a David, escribió un artículo para desvelar la realidad sobre el “caso de los dos gemelos”.

La tesis del texto era que, aunque la educación tenía un papel importante al plasmar la identidad, ésta es fruto del dato biológico concedido por la naturaleza. Diamond tardó dos años en encontrar una revista que aceptara el texto y cuando apareció fue una bomba.

David concedió algunas entrevistas en la televisión con el rostro escondido. Después acepto la petición de reunirse con Colapinto por el simple motivo que éste trabajaba para Rolling Stone y a David le gustaba el rock’ n’ roll.

Se destapa la verdad
Para Money – «Hot Love Doctor» (Doctor Amor Caliente, ndr), como lo llamaban los periódicos – empezó el declive.

En el Johns Hopkins se nombró como director de psiquiatría a Paul McHugh, un católico orgulloso de serlo, que puso en marcha una investigación sobre cincuenta transexuales tratados en la clínica para la identidad sexual del Hopkins desde su fundación en 1966. Ninguno de ellos había sentido ningún beneficio.

Se cerró la clínica, a pesar de las inútiles protestas de la comunidad transgender.

Sin embargo, en 1997 Money obtuvo un reconocimiento como «uno de los más grandes investigadores del siglo en el campo de la sexualidad». Falleció el 7 de julio del 2006 en Towson.

La familia Reimer nunca sanó
Los demonios no dejaron de perseguir a la familia Reimer. Solo Ron, después de un periodo dificil vinculado al alcohol, consiguió retomar las riendas de su vida.

Janet siguió sufriendo profundas crisis depresivas.

Brian tuvo varios fracasos matrimoniales y pasó por las drogas y el alcohol. Se suicidó en 2002.

David, después de la muerte de su hermano, no fue el mismo. La empresa en la que trabajaba cerró, peleó con su mujer. El 4 de mayo de 2004 condujo hasta un parking aislado y se disparó en la cabeza. Tenía 38 años.



(Traducción de Helena Faccia Serrano, Alcalá de Henares)

Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda