Jordi Pujol suelta: «Un obispo de Madrid muy anticatalán, como casi todos los obispos de allí...»

A sus 83 años, la edad puede ser un eximente. Pero su amplia experiencia política puede ser un agravante: Jordi Pujol, que gobernó Cataluña la friolera de 23 años, de 1980 a 2003, ha dejado caer ante un centenar de empresarios catalanes en una jornada de liderazgo que "casi todos los obispos de Madrid son anticatalanes".

Lo cierto es que se ha tratado de un comentario de pasada, al parecer no muy reflexivo, y de hecho estaba comentando la capacidad de las Cáritas de Cataluña comparadas con otras, hablando con empresarios en un encuentro en Sant Fruitós de Bages.

"Un obispo de Madrid muy anticatalán, como casi todos los obispos de Madrid, me dijo que envidiaba el funcionamiento de Cáritas en Cataluña -hoy esto no tocaba; lo que pasa es que es verdad-", improvisó el antiguo dirigente nacionalista de Convergència Democràtica de Catalunya (que recientemente habla a favor de la independencia). 

Pujol lo que quería era alabar el empuje de la sociedad civil catalana, la gran formación de los jóvenes catalanes y su carácter emprendedor para combatir la crisis.

¿Existe ese obispo anticatalán?
Los obispos de Madrid son:

- un gallego, el cardenal Rouco Varela
- un valenciano de Cocentaina (Alicante), Reig Pla, obispo de Alcalá; en Roma; de joven, en Roma, estuvo 3 años en la Iglesia Nacional Española de Nuestra Señora de Montserrat (patrona de Cataluña)
- un madrileño, Joaquín María López de Andújar, obispo de Getafe
- un abulense, Fidel Herráez, obispo auxiliar de Madrid
- un jesuita asturiano que creció en Cantabria, Juan Antonio Martínez Camino, obispo auxiliar de Madrid. Hace unos días estaba en Tarragona presentando la beatificación de 500 mártires, buena parte de ellos catalanes.

A ninguno se le conocen expresiones despectivas contra Cataluña ni los catalanes ni nada que justifique la calificación de "muy anticatalán". 

Otra cosa es que no militen en la ideología nacionalista catalana o independentista. 

¿Cáritas funciona mejor en Cataluña?
En cuanto al trabajo de Cáritas en Cataluña sin duda es meritorio, aunque no parece que lo sea más que en Madrid. En ambas regiones los voluntarios multiplican su número y capacidad para ayudar a millones de personas.

¿Cuál funciona mejor? Esto es difícil de contar: Madrid tiene 3 diócesis, Cataluña tiene 10, cada una es un mundo.

Pero en ReligionEnLibertad hicimos un cálculo sobre cuántos católicos se necesitan para generar un voluntario de Cáritas con estos resultados: 

Por encima de la media española:

-Solsona 101.521 católicos – 592 voluntarios (uno cada 171 católicos)
-Lleida 192.592 católicos – 640 voluntarios (uno cada 300 católicos)
- Girona 600.000 católicos – 1.523 voluntarios (uno cada 393 católicos)
-Madrid 3.359.000 católicos - 7.100 voluntarios (473 católicos por voluntario)
-Tarragona 437.000 católicos – 1.215 voluntarios (uno cada 359 católicos)
-Vic 376.184 católicos – 641 voluntarios (un voluntario cada 586 católicos)

Por debajo de la media española:

-Getafe 1.161.590 católicos – 1.400 voluntarios (un voluntario cada 830 católicos)
-Urgell 178.295 católicos – 239 voluntarios (un voluntario cada 746 católicos)
-Barcelona 2.300.000 católicos - 1.599 voluntarios (un voluntario cada 1438 católicos)
-Sant Feliu de Llobregat 600.000 católicos – 606 voluntarios (un voluntario cada 990 católicos)
-Terrassa 1.000.000 católicos – 927 voluntarios (un voluntario cada 1078 católicos)

(Sin datos de Alcalá y Tortosa)

Como se puede ver, hay diócesis catalanas que están muy flojas en voluntariado de Cáritas (Barcelona, Terrassa, Sant Feliu), mientras que Madrid es casi 3 veces más eficaz que Barcelona en la generación de voluntarios de Cáritas.

Pero hay otras diócesis catalanas, más pequeñas, muy activas. No parece haber base para que el supuesto "obispo anticatalán" envidie demasiado la situación catalana (a menos que compare la excepcional y rural Solsona con la muy urbana Getafe, por ejemplo).

El dinamismo y capacidad humana de una y otra comunidad autónoma no parece dar una gran diferencia, si salimos de la comparación entre las diócesis de Madrid y Barcelona.