La herejía sin nombre (IV). Tercer rasgo: Su Primer Mandamiento es el Sexto
El Primer Mandamiento del semicristiano no es el amor a Dios que dijo Cristo, sino el Sexto Mandamiento.
El Cardenal Arzobispo de Chicago Joseph Bernardin fue acusado por un sirvengüenza, que después se retractó, de un pecado contra el sexto mandamiento. El Cardenal, indignado, no se rebajó a justificarse. Pero la calumnia ya había hecho su efecto. De nada parecían valerle sus virtudes, su servicio a la Iglesia…
Lo mismo le ocurrió, al antiguo arzobispo de Viena, Hans Hermann Groer, el cuál un tiempo después dimitía y se retiró a un monasterio.
Y a muchos otros.
Es que, para el semicristiano, el más importante y primer mandamiento no es el que Cristo dijo que era el Primero sino el Sexto. Y en función de este juzga las cosas y las personas. Ya puedes ser buenísimo, virtuosísimo, tener mucho amor a Dios… que si pecas, o simplemente eres sospechoso de ello, contra el Sexto Mandamiento estás desacreditado como cristiano.
Es más, no les importa demasiado que faltes al Primero Mandamiento, al Segundo, al Cuarto… Para ellos el más grave es el Sexto.
Menos mal que el profeta Natán no era como estos; si no, no sé qué hubiera sido del pobre Rey David, el cuál amaba, y mucho, a Dios y, sin embargo, pecaba mucho contra el Sexto:
Dijo Natán a David, de parte de Dios: “Mataste a espada a Urías el hitita y te quedaste con su mujer. Pues, bien, la espada no se apartará nunca de tu casa; por haberme despreciado, quedándote con la mujer de Urías”.
David (con sincero arrepentimiento) respondió a Natán: “He pecado contra el Señor”.
Y Natán le dijo: “Pues el Señor perdona tu pecado. No morirás”. (2Sm 12,910.13)
¿Quiere todo esto decir que no hay que cumplir el Sexto Mandamiento? No; por supuesto que hay que cumplirlo, faltaría más. Lo que no hay que hacer es convertirlo en el Primero, porque ya lo dijo Nuestro Señor muy claro:
Y uno de ellos le preguntó (…): «Maestro, ¿cuál es el mandamiento mayor de la Ley?».
Jesús le dijo: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el mayor y el primer mandamiento ». (Mt 22,35-38)
Y al que no opine así habrá que decirle que:
“Entre tu opinión y la de Cristo… me quedo con la de Cristo"
En resumen:
1. El Primer Mandamiento, según dijo Cristo, es amar a Dios.
2. El Sexto Mandamiento es no cometer actos impuros.
3. El semicristiano en la teoría sabe lo anterior, pero convierte, en la práctica, el Sexto Mandamiento en el primero y fundamental.
Los Tres Mosqueteros
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