Entrevista a Mons. Ludwig Müller
«Las polémicas son inútiles, tenemos que concentrarnos en las grandes preguntas existenciales»
El Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Mons. Gerhard Ludwig Müller, ha participado en la celebración de la fiesta de Santo Tomas de Aquino en la Universidad San Dámaso de Madrid, donde ha pronunciado una conferencia sobre el sentido de la liturgia en la obra teológica de Joseph Ratzinger - Benedicto XVI.
Con este motivo Mons. Müller ha sido entrevistado por José Luis Restán en el programa El Espejo de la Cadena COPE. Entre otras cosas Mons. Müller ha señalado que la tarea de su Congregación es promover la fe, no sólo defenderla, y ha señalado que la cultura del relativismo no está en condiciones de ofrecer una respuesta a las preguntas y los sufrimientos de la gente.
Además ha enviado un mensaje de ánimo a los católicos españoles, a los que ha pedido que no pierdan el coraje de anunciar el Evangelio.
- Háblenos en primer lugar de su nueva tarea como Prefecto de la Fe. De su Dicasterio a veces sólo vemos las polémicas, las necesarias correcciones... Pero seguro que su tarea va mucho más allá de eso.
- Las polémicas son inútiles, tenemos que concentrarnos en las grandes preguntas existenciales de los hombres de nuestro tiempo, que están buscando un futuro... Preguntas sobre la familia, sobre cómo vivir, sobre el futuro de nuestros países y sobre esta Europa... Se necesita el anuncio de la esperanza y la Iglesia tiene esa esperanza para todos los hombres. Nuestra Congregación tiene la tarea, confiada por el Santo Padre, de promover la fe, no sólo defenderla. No podemos ser superficiales, debemos entrar en el núcleo de las preguntas de los hombres que viven hoy a nuestro lado.
- Usted ha participado hoy en la celebración de Santo Tomás en la Universidad San Dámaso de Madrid. ¿Cuál es la importancia de las Universidades y centros de alta formación de la Iglesia en la tarea de la Nueva Evangelización?
- Empecemos por decir que es la Iglesia la que ha fundado la Universidad, las universidades son un fruto del cristianismo europeo, han creado buena parte de la cultura del continente y forman parte de su identidad.
Nuestra fe católica no es un irracionalismo, ni tan sólo sentimientos, sino que implica una filosofía y una teología que expresan toda la realidad y el Logos que se ha hecho carne y que está presente en medio de nosotros. Por eso el Papa Juan Pablo II ha escrito la encíclica Fides et Ratio. Y también nuestro Papa actual, Benedicto XVI, siempre subraya esta conexión entre fe y razón.
Para la Nueva Evangelización, para presentar el Evangelio como fuerza que da vida, es necesario subrayar la inteligencia y la racionalidad de la fe, pero también es preciso reconocer la dirección de la razón de los hombres que se orienta hacia la fe, hasta llegar al encuentro con Dios como persona, en su Trinidad.
- A los católicos españoles a veces nos domina la imagen de que nuestra sociedad es impermeable al anuncio cristiano y de que sólo nos queda refugiarnos y resistir. Usted que viene de Alemania, ¿qué nos dice?
- La secularización es un problema de toda Europa, a pesar de sus raíces cristianas. Pero esta mentalidad secularista no puede resolver los problemas existenciales de la gente, no puede dar una respuesta a los sufrimientos, a la pregunta por el más allá de la muerte, al deseo de construir una sociedad con justicia y social y respeto a la dignidad humana... Por eso se necesita un nuevo encuentro con el Dios que da vida, con Dios que se hizo carne en su propia Palabra, que es Jesucristo, su Hijo. No podemos perder el coraje de anunciar el Evangelio. Los cristianos sabemos mucho mejor que los políticos laicistas y que los medios de comunicación relativistas lo que es necesario para el hombre de hoy. Por eso digo a todos los católicos de España: ¡coraje!
- Usted conoce al Papa desde hace muchos años y ahora trabaja muy cerca de él. ¿Qué le impresiona más de su forma de vivir este momento de la historia?
- El Papa es un hombre de gran humildad y sencillez, pero es también un gran intelectual que conoce profundamente la historia, la filosofía, la música, todos los elementos de nuestra cultura actual. Además su salud es buena, así que tiene la capacidad para dirigir a la Iglesia con buen rumbo, hacia una nueva evangelización y hacia una nueva cultura de la humanidad, porque a fin de cuentas la evangelización y la humanización son dos caras de la misma moneda.
Con este motivo Mons. Müller ha sido entrevistado por José Luis Restán en el programa El Espejo de la Cadena COPE. Entre otras cosas Mons. Müller ha señalado que la tarea de su Congregación es promover la fe, no sólo defenderla, y ha señalado que la cultura del relativismo no está en condiciones de ofrecer una respuesta a las preguntas y los sufrimientos de la gente.
Además ha enviado un mensaje de ánimo a los católicos españoles, a los que ha pedido que no pierdan el coraje de anunciar el Evangelio.
- Háblenos en primer lugar de su nueva tarea como Prefecto de la Fe. De su Dicasterio a veces sólo vemos las polémicas, las necesarias correcciones... Pero seguro que su tarea va mucho más allá de eso.
- Las polémicas son inútiles, tenemos que concentrarnos en las grandes preguntas existenciales de los hombres de nuestro tiempo, que están buscando un futuro... Preguntas sobre la familia, sobre cómo vivir, sobre el futuro de nuestros países y sobre esta Europa... Se necesita el anuncio de la esperanza y la Iglesia tiene esa esperanza para todos los hombres. Nuestra Congregación tiene la tarea, confiada por el Santo Padre, de promover la fe, no sólo defenderla. No podemos ser superficiales, debemos entrar en el núcleo de las preguntas de los hombres que viven hoy a nuestro lado.
- Usted ha participado hoy en la celebración de Santo Tomás en la Universidad San Dámaso de Madrid. ¿Cuál es la importancia de las Universidades y centros de alta formación de la Iglesia en la tarea de la Nueva Evangelización?
- Empecemos por decir que es la Iglesia la que ha fundado la Universidad, las universidades son un fruto del cristianismo europeo, han creado buena parte de la cultura del continente y forman parte de su identidad.
Nuestra fe católica no es un irracionalismo, ni tan sólo sentimientos, sino que implica una filosofía y una teología que expresan toda la realidad y el Logos que se ha hecho carne y que está presente en medio de nosotros. Por eso el Papa Juan Pablo II ha escrito la encíclica Fides et Ratio. Y también nuestro Papa actual, Benedicto XVI, siempre subraya esta conexión entre fe y razón.
Para la Nueva Evangelización, para presentar el Evangelio como fuerza que da vida, es necesario subrayar la inteligencia y la racionalidad de la fe, pero también es preciso reconocer la dirección de la razón de los hombres que se orienta hacia la fe, hasta llegar al encuentro con Dios como persona, en su Trinidad.
- A los católicos españoles a veces nos domina la imagen de que nuestra sociedad es impermeable al anuncio cristiano y de que sólo nos queda refugiarnos y resistir. Usted que viene de Alemania, ¿qué nos dice?
- La secularización es un problema de toda Europa, a pesar de sus raíces cristianas. Pero esta mentalidad secularista no puede resolver los problemas existenciales de la gente, no puede dar una respuesta a los sufrimientos, a la pregunta por el más allá de la muerte, al deseo de construir una sociedad con justicia y social y respeto a la dignidad humana... Por eso se necesita un nuevo encuentro con el Dios que da vida, con Dios que se hizo carne en su propia Palabra, que es Jesucristo, su Hijo. No podemos perder el coraje de anunciar el Evangelio. Los cristianos sabemos mucho mejor que los políticos laicistas y que los medios de comunicación relativistas lo que es necesario para el hombre de hoy. Por eso digo a todos los católicos de España: ¡coraje!
- Usted conoce al Papa desde hace muchos años y ahora trabaja muy cerca de él. ¿Qué le impresiona más de su forma de vivir este momento de la historia?
- El Papa es un hombre de gran humildad y sencillez, pero es también un gran intelectual que conoce profundamente la historia, la filosofía, la música, todos los elementos de nuestra cultura actual. Además su salud es buena, así que tiene la capacidad para dirigir a la Iglesia con buen rumbo, hacia una nueva evangelización y hacia una nueva cultura de la humanidad, porque a fin de cuentas la evangelización y la humanización son dos caras de la misma moneda.
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