Los ángeles custodios del Papa
Así se definen los gendarmes, recibidos en audiencia por primera vez por Benedicto XVI. Pero están también los que administran justicia. Todas las novedades de un año judicial sin precedentes, signado por el Vatileaks
por Sandro Magister
La historia del Vatileaks, con el mayordomo del Papa condenado y luego amnistiado por haber robado documentos reservados, hizo conocer a todo el mundo la existencia en el Vaticano de un sistema judicial análogo al de otros Estados, con una gran cantidad de jueces y abogados, tribunales y policía judicial.
En los días pasados esta realidad volvió a estar en el candelero, a causa de la inédita audiencia concedida por Benedicto XVI al cuerpo de la Gendarmería vaticana, el 11 de enero, y con la solemne inauguración del año judicial del Estado de la Ciudad del Vaticano, celebrada un día después.
En ocasión de este último evento, el promotor de justicia adjunto, el abogado Pierfrancesco Grossi, citó en su exposición al Vatileaks sólo implícitamente.
Lo hizo al comenzar su discurso, para constatar como “el año recién concluido ha presentado particulares desafíos” por las causas “conocidas”, “también en razón de la relevancia mediática dada por los medios de comunicación a hechos delictivos perpetrados en el territorio del Estado vaticano, pero con efectos también fuera del mismo”.
Hacia el final de su exposición también hizo referencia a ello, para explicar que “en relación con las vicisitudes penales conocidas” en el Vaticano hubo que activar también la oficina del “juez de ejecución penal”, haciendo notar, siempre implícitamente, que en los últimos tiempos jamás se habían verificado casos de imputados condenados y encarcelados, como aconteció con el ex mayordomo Paolo Gabriele.
Pero además de estas dos breves alusiones, la exposición del promotor de justicia adjunto ofreció un buen número de noticias útiles para comprender mejor el mundo judicial vaticano.
A continuación ofrecemos algunas de ellas.
- En el 2012, los procedimientos judiciales del Estado vaticano fueron 1.321, una anormalidad estadística, si se los compara con los pocos centenares de residentes. “Pero ese dato – explicó el magistrado – no depende por cierto de una mayor litigiosidad de los que habitan en la Ciudad del Vaticano, ni de una mayor inclinación de ellos hacia el crimen, sino que se origina por el gran número de personas que por diferentes motivos ingresan anualmente al territorio vaticano”, es decir, los “18-20 millones” entre “peregrinos, turistas, visitantes, frecuentadores de las oficinas de la Santa Sede y usuarios de los servicios estatales, sin contar el personal dependiente”.
- "El 2012 – explicó luego el promotor de justicia adjunto – ha sido el año de los trabajos de verificación y de adecuación de la legislación vaticana a la normativa, tanto internacional como de la comunidad europea, en materia de lavado de dinero y de financiamiento del terrorismo". En particular, la Santa Sede ha cumplido con todo lo que “han deseado los observadores de Moneyval”, introduciendo por último, con una ley emanada el 14 de diciembre de 2012, algunas normas que conceden ulterior autonomía a la Autoridad de Información Financiera (AIF), asignándole la facultad de estipular protocolos de entendimiento con los diversos Estados, informando sólo posteriormente a la Secretaría de Estado, mientras que antes se preveía el nada lo impide preventivo de la misma Secretaría de Estado.
- La exposición recordó además que los jueces de los tribunales vaticanos, con la excepción del Tribunal de Casación, que está compuesto solamente por cardenales, son “nombrados entre las personas ajenas a la administración vaticana: en general, profesores universitarios en las universidades italianas, que son expertos también en Derecho Canónico”. Esto “garantiza competencia, pero también una posición de absoluta independencia que ha sido apreciada”. Pero al mismo tiempo la exposición lamentó que los abogados acreditados para desarrollar la actividad en los tribunales vaticanos “en muchos casos no tienen un conocimiento adecuado del Derecho Canónico, tanto en lo sustancial como en el aspecto procesal”, y muchas veces se caracterizan por su “absoluta ignorancia del Derecho Canónico”, que también se mantiene como “la primera fuente normativa y el primer criterio de referencia interpretativo”.
- A propósito de los artículos de prensa que frecuentemente lamentan la escasa colaboración de la Santa Sede con las autoridades judiciales italianas, la exposición remarcó que este tipo de colaboración, en lo que se refiere a las rogatorias, pasa siempre por la vía diplomática. Y subrayó cómo luego de 1969 “los pedidos de rogatorias penales provenientes de jueces italianos y extranjeros al tribunal vaticano llegan a la cifra de 56: de ellas solamente dos, ahora lejanas en el tiempo, no han sido ejecutados por carecer de jurisdicción”. La exposición especifica también que son 9 las rogatorias no provenientes de Italia, sino de Argentina, Austria, Ecuador, Francia, Polonia, Estados Unidos y Suiza. En el 2012, se especificó, hubo cinco rogatorias penales provenientes de Italia y una de Polonia, y "se dio ejecución a todas".
- El promotor de justicia adjunto hizo notar también cómo “esta oficina”, en el campo de las relaciones con las otras jurisdicciones, muchas veces alentó “convenciones internacionales bilaterales o de adhesión de este Estado a convenciones multilaterales". Y agregó que luego de la adhesión del Estado de la Ciudad del Vaticano a Interpol en el año 2008, “un paso ulterior importante podría estar representado por la adhesión del Estado Vaticano a Europol [la agencia anticrimen de la Unión Europea, ndr] y a Eurojust [la unidad de cooperación judicial de la Unión Europea, ndr]".
- Por último, la exposición actualizó las estadísticas sobre el estado de la justicia vaticana. En el 2012 el tribunal pronunció dos sentencias civiles y dos penales (éstas dos últimas referidas obviamente a Vatileaks) y ha efectuado, como se ha visto, acciones respecto a seis rogatorias internacionales. No se dieron noticias de sentencias del Tribunal de Apelaciones o de Casación. La exposición proporcionó también algunos datos curiosos respecto a las oficinas de la justicia civil vaticana. Se supo así que en el 2012 se registraron en el Vaticano 190 matrimonios, dos nacimientos y 18 defunciones. “En consecuencia – se hizo notar – muchos que no son ciudadanos vienen a contraer matrimonio en el Vaticano, planteando interesantes cuestiones de derecho eclesiástico y de derecho internacional privado; por el contrario, son casi nulos los nacimientos, lo que refleja el hecho que la ciudadanía vaticana tiene meramente un carácter funcional”.
El abogado Grossi, en la parte final de la exposición, no dejó “de expresar un sentido agradecimiento al cuerpo de la Gendarmería, en particular en sus funciones de policía judicial, por la ejemplaridad, la eficiencia, la discreción, el carácter incisivo de su accionar, muchas veces desarrollado en condiciones objetivamente difíciles y lejos de las exposiciones mediáticas”.
Palabras tan elogiosas respecto a la Gendarmería fueron expresadas por Benedicto XVI en el transcurso de la inédita audiencia concedida el 11 de enero "para manifestar al cuerpo – explicó un comunicado de la Santa Sede – su aliento y su gratitud luego de un período en el que debió responder a desafíos particularmente difíciles”.
Fue obvia la referencia del Papa, también en forma implícita, a Vatileaks.
Benedicto XVI agradeció a los gendarmes por la “encomiable disponibilidad” con la que ofrecen su “obra preciosa”, expresando estima, aliento y reconocimiento por su trabajo desarrollado “con discreción, competencia y eficiencia, y no sin sacrificio”.
El Papa agregó: “Casi todos los días tengo la oportunidad de encontrar a alguno de vosotros en los diversos puestos de servicio y de constatar personalmente vuestra profesionalidad”.
Con palabras de particular delicadeza, Benedicto XVI exhortó también a los responsables del cuerpo armado para que “favorezcan cada vez más la conformación de vínculos de confianza en condiciones de sostener y de alentar a todos los miembros de la Gendarmería vaticana, también en los momentos difíciles”. Quizás una referencia al triste episodio acontecido en setiembre de 2007, cuando un joven gendarme se suicidó en el cuartel vaticano con un disparo de pistola.
Además del hecho inédito de la audiencia en sí – no se recuerda realmente una audiencia colectiva de este género –, otro aspecto particular fue que la sala de prensa vaticana anticipó vía e-mail a los periodistas no sólo el texto del Papa, sino también el del saludo del “director” – es éste el cargo formal – del cuerpo de Gendarmería, elevado a este cargo en junio de 2006, luego de haber sido desde 1999 vice inspector vicario y anteriormente oficial de la Guardia de Finanzas que opera en los servicios secretos italianos.
En su caluroso saludo, Giani agradeció al Papa por el “significado profundo” de su gesto. “Haber querido que hoy estuviésemos todos juntos aquí con usted – dijo – es un signo que nos enorgullece”. Y se dirigió también a sus superiores (los cardenales Tarcisio Bertone y Giuseppe Bertello, y al obispo Giuseppe Sciacca) definiéndolos como “verdaderos pastores, guías y – si puedo permitirme – amigos”.
Luego de haber agradecido también al arzobispo Georg Gänswein en su doble condición de nuevo prefecto de la Casa Pontificia y de secretario particular del Papa, Giani dijo después:
“Con toda la familia del Vaticano sentimos que servimos – cada uno en su propio ámbito de competencia – como pequeños cireneos a usted, Santo Padre, que lleva sobre sus espaldas el peso de la humanidad por el gravoso servicio que el Señor le ha confiado como supremo pastor de la Iglesia”.
El gesto en sí y el calor de los discursos pronunciados son signos más que nada evidentes de cómo el rol de la Gendarmería pontificia, y de su comandante en particular, ha crecido notablemente en importancia luego de las vicisitudes del Vatileaks, también en virtud de los equipos de última generación puestos en acción para el control del territorio del pequeño Estado.
En los días pasados esta realidad volvió a estar en el candelero, a causa de la inédita audiencia concedida por Benedicto XVI al cuerpo de la Gendarmería vaticana, el 11 de enero, y con la solemne inauguración del año judicial del Estado de la Ciudad del Vaticano, celebrada un día después.
En ocasión de este último evento, el promotor de justicia adjunto, el abogado Pierfrancesco Grossi, citó en su exposición al Vatileaks sólo implícitamente.
Lo hizo al comenzar su discurso, para constatar como “el año recién concluido ha presentado particulares desafíos” por las causas “conocidas”, “también en razón de la relevancia mediática dada por los medios de comunicación a hechos delictivos perpetrados en el territorio del Estado vaticano, pero con efectos también fuera del mismo”.
Hacia el final de su exposición también hizo referencia a ello, para explicar que “en relación con las vicisitudes penales conocidas” en el Vaticano hubo que activar también la oficina del “juez de ejecución penal”, haciendo notar, siempre implícitamente, que en los últimos tiempos jamás se habían verificado casos de imputados condenados y encarcelados, como aconteció con el ex mayordomo Paolo Gabriele.
Pero además de estas dos breves alusiones, la exposición del promotor de justicia adjunto ofreció un buen número de noticias útiles para comprender mejor el mundo judicial vaticano.
A continuación ofrecemos algunas de ellas.
- En el 2012, los procedimientos judiciales del Estado vaticano fueron 1.321, una anormalidad estadística, si se los compara con los pocos centenares de residentes. “Pero ese dato – explicó el magistrado – no depende por cierto de una mayor litigiosidad de los que habitan en la Ciudad del Vaticano, ni de una mayor inclinación de ellos hacia el crimen, sino que se origina por el gran número de personas que por diferentes motivos ingresan anualmente al territorio vaticano”, es decir, los “18-20 millones” entre “peregrinos, turistas, visitantes, frecuentadores de las oficinas de la Santa Sede y usuarios de los servicios estatales, sin contar el personal dependiente”.
- "El 2012 – explicó luego el promotor de justicia adjunto – ha sido el año de los trabajos de verificación y de adecuación de la legislación vaticana a la normativa, tanto internacional como de la comunidad europea, en materia de lavado de dinero y de financiamiento del terrorismo". En particular, la Santa Sede ha cumplido con todo lo que “han deseado los observadores de Moneyval”, introduciendo por último, con una ley emanada el 14 de diciembre de 2012, algunas normas que conceden ulterior autonomía a la Autoridad de Información Financiera (AIF), asignándole la facultad de estipular protocolos de entendimiento con los diversos Estados, informando sólo posteriormente a la Secretaría de Estado, mientras que antes se preveía el nada lo impide preventivo de la misma Secretaría de Estado.
- La exposición recordó además que los jueces de los tribunales vaticanos, con la excepción del Tribunal de Casación, que está compuesto solamente por cardenales, son “nombrados entre las personas ajenas a la administración vaticana: en general, profesores universitarios en las universidades italianas, que son expertos también en Derecho Canónico”. Esto “garantiza competencia, pero también una posición de absoluta independencia que ha sido apreciada”. Pero al mismo tiempo la exposición lamentó que los abogados acreditados para desarrollar la actividad en los tribunales vaticanos “en muchos casos no tienen un conocimiento adecuado del Derecho Canónico, tanto en lo sustancial como en el aspecto procesal”, y muchas veces se caracterizan por su “absoluta ignorancia del Derecho Canónico”, que también se mantiene como “la primera fuente normativa y el primer criterio de referencia interpretativo”.
- A propósito de los artículos de prensa que frecuentemente lamentan la escasa colaboración de la Santa Sede con las autoridades judiciales italianas, la exposición remarcó que este tipo de colaboración, en lo que se refiere a las rogatorias, pasa siempre por la vía diplomática. Y subrayó cómo luego de 1969 “los pedidos de rogatorias penales provenientes de jueces italianos y extranjeros al tribunal vaticano llegan a la cifra de 56: de ellas solamente dos, ahora lejanas en el tiempo, no han sido ejecutados por carecer de jurisdicción”. La exposición especifica también que son 9 las rogatorias no provenientes de Italia, sino de Argentina, Austria, Ecuador, Francia, Polonia, Estados Unidos y Suiza. En el 2012, se especificó, hubo cinco rogatorias penales provenientes de Italia y una de Polonia, y "se dio ejecución a todas".
- El promotor de justicia adjunto hizo notar también cómo “esta oficina”, en el campo de las relaciones con las otras jurisdicciones, muchas veces alentó “convenciones internacionales bilaterales o de adhesión de este Estado a convenciones multilaterales". Y agregó que luego de la adhesión del Estado de la Ciudad del Vaticano a Interpol en el año 2008, “un paso ulterior importante podría estar representado por la adhesión del Estado Vaticano a Europol [la agencia anticrimen de la Unión Europea, ndr] y a Eurojust [la unidad de cooperación judicial de la Unión Europea, ndr]".
- Por último, la exposición actualizó las estadísticas sobre el estado de la justicia vaticana. En el 2012 el tribunal pronunció dos sentencias civiles y dos penales (éstas dos últimas referidas obviamente a Vatileaks) y ha efectuado, como se ha visto, acciones respecto a seis rogatorias internacionales. No se dieron noticias de sentencias del Tribunal de Apelaciones o de Casación. La exposición proporcionó también algunos datos curiosos respecto a las oficinas de la justicia civil vaticana. Se supo así que en el 2012 se registraron en el Vaticano 190 matrimonios, dos nacimientos y 18 defunciones. “En consecuencia – se hizo notar – muchos que no son ciudadanos vienen a contraer matrimonio en el Vaticano, planteando interesantes cuestiones de derecho eclesiástico y de derecho internacional privado; por el contrario, son casi nulos los nacimientos, lo que refleja el hecho que la ciudadanía vaticana tiene meramente un carácter funcional”.
El abogado Grossi, en la parte final de la exposición, no dejó “de expresar un sentido agradecimiento al cuerpo de la Gendarmería, en particular en sus funciones de policía judicial, por la ejemplaridad, la eficiencia, la discreción, el carácter incisivo de su accionar, muchas veces desarrollado en condiciones objetivamente difíciles y lejos de las exposiciones mediáticas”.
Palabras tan elogiosas respecto a la Gendarmería fueron expresadas por Benedicto XVI en el transcurso de la inédita audiencia concedida el 11 de enero "para manifestar al cuerpo – explicó un comunicado de la Santa Sede – su aliento y su gratitud luego de un período en el que debió responder a desafíos particularmente difíciles”.
Fue obvia la referencia del Papa, también en forma implícita, a Vatileaks.
Benedicto XVI agradeció a los gendarmes por la “encomiable disponibilidad” con la que ofrecen su “obra preciosa”, expresando estima, aliento y reconocimiento por su trabajo desarrollado “con discreción, competencia y eficiencia, y no sin sacrificio”.
El Papa agregó: “Casi todos los días tengo la oportunidad de encontrar a alguno de vosotros en los diversos puestos de servicio y de constatar personalmente vuestra profesionalidad”.
Con palabras de particular delicadeza, Benedicto XVI exhortó también a los responsables del cuerpo armado para que “favorezcan cada vez más la conformación de vínculos de confianza en condiciones de sostener y de alentar a todos los miembros de la Gendarmería vaticana, también en los momentos difíciles”. Quizás una referencia al triste episodio acontecido en setiembre de 2007, cuando un joven gendarme se suicidó en el cuartel vaticano con un disparo de pistola.
Además del hecho inédito de la audiencia en sí – no se recuerda realmente una audiencia colectiva de este género –, otro aspecto particular fue que la sala de prensa vaticana anticipó vía e-mail a los periodistas no sólo el texto del Papa, sino también el del saludo del “director” – es éste el cargo formal – del cuerpo de Gendarmería, elevado a este cargo en junio de 2006, luego de haber sido desde 1999 vice inspector vicario y anteriormente oficial de la Guardia de Finanzas que opera en los servicios secretos italianos.
En su caluroso saludo, Giani agradeció al Papa por el “significado profundo” de su gesto. “Haber querido que hoy estuviésemos todos juntos aquí con usted – dijo – es un signo que nos enorgullece”. Y se dirigió también a sus superiores (los cardenales Tarcisio Bertone y Giuseppe Bertello, y al obispo Giuseppe Sciacca) definiéndolos como “verdaderos pastores, guías y – si puedo permitirme – amigos”.
Luego de haber agradecido también al arzobispo Georg Gänswein en su doble condición de nuevo prefecto de la Casa Pontificia y de secretario particular del Papa, Giani dijo después:
“Con toda la familia del Vaticano sentimos que servimos – cada uno en su propio ámbito de competencia – como pequeños cireneos a usted, Santo Padre, que lleva sobre sus espaldas el peso de la humanidad por el gravoso servicio que el Señor le ha confiado como supremo pastor de la Iglesia”.
El gesto en sí y el calor de los discursos pronunciados son signos más que nada evidentes de cómo el rol de la Gendarmería pontificia, y de su comandante en particular, ha crecido notablemente en importancia luego de las vicisitudes del Vatileaks, también en virtud de los equipos de última generación puestos en acción para el control del territorio del pequeño Estado.
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