Se pone de rodillas en el campo antes de cada partido
«Chicharito», el futbolista de moda en Inglaterra, recibe amenazas por testimoniar su fe en público
El futbolista mexicano triunfa en el histórico Manchester United. Su lema para el éxito se resume en tres palabras: "Dios, familia, perseverancia". Nunca oculta su fe católica y eso le ha granjeado amenazas en Europa.
Sin embargo, no sólo su fútbol y sus goles han impresionado a los ingleses sino que la profunda fe y la humildad de este joven de 23 años le han puesto como ejemplo para los jóvenes. Aparece ya en las listas de los deportistas más religiosos del mundo.
Siempre habla de Dios
La imagen más llamativa y más conocida de este futbolista se produce antes de cada partido cuando se pone de rodillas con los ojos cerrados y con los brazos abiertos mientras ora. “Siempre rezo en el campo antes de un partido. Es una rutina importante para mí pero no es superstición”, afirma. “Me gusta rezar, puedo hablar con Dios y le digo que tenga cuidado de la salud de ambos equipos”.
Un ángel en los “diablos rojos”
A pesar de ello, su religiosidad ya le ha causado varios problemas en el fútbol británico. Ha sufrido amenazas de los protestantes del Rangers por su devoción católica e incluso distintos estamentos intentaron convencerle de que no rezase en público para no caldear el ambiente.
Orgulloso de ser católico
Dios y la familia, la clave del éxito
Si ya ha conseguido triunfar en el fútbol, su sueño desde niño, ahora va camino de realizar el segundo, que pasa por casarse y ser padre. Pese al éxito sigue con su novia de toda la vida. “Quiero ser esposo, quiero ser padre de familia, pero todo a su debido tiempo. Dios va a decidir eso, y cuando sea, obviamente cambiará toda mi vida”.
Agradecido con Dios
Este carácter también se ha ido forjando con distintos acontecimientos de su vida, que le han hecho dar la verdadera importancia a las cosas. De hecho, estuvo a punto de abandonar el fútbol y fue esa crisis la que le llevó hacía Dios.
La crisis que cambió su vida
Poco a poco, en esta situación se fue aferrando cada vez más a Dios y comenzó a “a ver la vida desde otra perspectiva, saber que si no me va bien en el fútbol puedo ser feliz, es cuando aprendí que la vida es más que tu profesión, porque aunque sea tu sueño, aunque luches por él no lo es todo. Así empecé a disfrutar de cada entrenamiento, cada minuto, cada momento de estar con mi familia. Empecé a disfrutar de muchísimas cosas más allá del fútbol. Me apegué mucho a Dios y creo que eso me ayudó bastante para poder creer más en Él y ver la vida de otra manera”.
El sabio consejo de su abuela