Jueves, 21 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

Blog

Del problema de España: que nos queremos poco, según Garci

por En cuerpo y alma

 
            Lo ha dicho Garci, el gran director español de cine, uno de los pocos capaz de apartarse de esa gran zafiedad sin calidad ninguna y paniaguada que es, en general (y no sin excepciones, entre las cuales el propio Garci), el cine español: “el problema de España es que nos queremos poco”.

            A mí no me pilla desprevenido, yo ya lo sabía, y como Garci y como yo, muchos de Vds. ¿o no?
 
            Nos queremos poco los españoles en el doble sentido de la afirmación: nos queremos poco porque queremos poco a nuestros compatriotas. Tan poco tan poco, que hasta la palabra nos sabe mal: “compatriota”, ¿pero que co… tengo yo que ver con el tío que vive a mi lado? ¿Qué porque ponga en su DNI la misma nacionalidad que pone en el mío le voy a tener que dispensar un trato en algo especial?
 
            Y nos queremos poco porque nos queremos poco a nosotros mismos: en una extraña autopercepción de nuestro propio ser, el solo hecho de hacer algo nosotros o alguien que nos es cercano, nos resulta argumento suficiente para mirarlo como peor, para negarle toda validez o discutirle todo valor.
 
            Este es el país donde alguien puede nada menos que ganar unas elecciones diciéndonos que la mitad de nuestro territorio (de por sí pequeño) no nos pertenece; que nuestra historia es una pura mierda; que nuestra religión sólo ha servido para sembrar dolor; que nuestra lengua no ha sido otra cosa que un instrumento de opresión; y que los que nos hacen daño son en realidad nuestras víctimas. Este es el país para muchos de cuyos nacionales, cuando nos echan de algún sitio estamos bien echados; pero cuando somos nosotros los que echamos, estuvo mal hacerlo.
 
            Efectivamente, como dice Garci o cabe colegir de sus palabras, el problema de España es un problema de autoestima. Y la triste realidad es que el que no se quiere es que porque no se estima merecedor de ser querido; y que el que no se estima merecedor de ser querido es porque se tiene por menos; y que el que se tiene por menos es porque sufre de un complejo de inferioridad. Que tal es, por desgracia, la gran tribulación de España. Y con la que tenemos que luchar a diario los que por el contrario, creemos en España y amamos su historia, su cultura, su religión… y lo que representa y ha representado en el mundo y en la historia desde hace ya más de dos mil años. Así, tal como somos: grandes, unidos, seguros, con nuestra historia y nuestro bagaje a cuestas… Y no como nos proponen tantos enemigos de este país -y no sólo nacionalistas, lo que es aún más penoso y difícil de combatir-, por desgracia más cercanos e infiltrados de lo que los tiene cualquier otro del mundo: pequeños, acobardados, inseguros, separados, divididos por cualquier tontería, hasta por el acento con el que hablamos una misma lengua… al solo objeto de sacar partido ellos de nuestra debilidad.
 
 
            ©L.A.
            Si desea suscribirse a esta columna y recibirla en su correo cada día,
                o bien ponerse en contacto con su autor, puede hacerlo en encuerpoyalma@movistar.es
 
 
 
Otros artículos del autor relacionados con el tema
(haga click en el título si desea leerlos)
 
Comentarios
5€ Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
10€ Gracias a tu donativo habrá personas que podrán conocer a Dios
50€ Con tu ayuda podremos llevar esperanza a las periferias digitales
Otra cantidad Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Tu donativo es vital para mantener Religión en Libertad
Si prefieres, contacta con nosotros en el 680 30 39 15 de lunes a viernes de 9:00h a 15:30h
Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter

¡No te pierdas las mejores historias de hoy!

Suscríbete GRATIS a nuestra newsletter diaria

REL te recomienda