Viernes, 22 de noviembre de 2024

Religión en Libertad

La Semana Santa, la División Azul y la memoria histórica

Carlos Caballero Jurado



Cada año, al llegar la Semana Santa, miles de Hermandades procesionan por las ciudades y pueblos de España. Cada año, distintos órganos de prensa publican artículos sobre la espectacularidad, el recogimiento, la emoción que producen.
 
Este año 2012, sin embargo, una modesta Hermandad de Semana Santa, la de la Virgen de las Angustias, radicada en una población que normalmente no es centro de atención, la manchega Ciudad Real, ha provocado la aparición de noticias alarmistas en diversos órganos de prensa impresos (ABC, Las Provincias, Diario de León, Diario Vasco, todos ellos el 7 de abril y reproduciendo una noticia de agencia) (1)

Tal como publicaron la noticia, esta era una transcripción prácticamente literal de lo que había difundido en su página web el Foro por la Memoria de Castilla-La Mancha, que en un claro ejemplo de metástasis, se publicó igualmente en las respectivas páginas webs de otros grupos promotores de la “memoria histórica” y, cómo no, en los distintos periódicos digitales “progresistas”.

Uno de ellos, La República Cultural (2), daba la noticia en estos términos:

LA REPUBLICA CULTURAL.ES
Xulio García Bilbao - Junta Directiva del Foro por la Memoria de Castilla-La Mancha

El Foro por la Memoria de Castilla-La Mancha, asociación para la defensa de la memoria democrática y antifascista en nuestra región, denuncia la insistencia de la Cofradía de la Virgen de las Angustias de Ciudad Real en seguir exhibiendo impúdicamente un estandarte con emblemas de la División Azul.

En esta asociación consideramos que la ignorancia o la insensibilidad democrática, no pueden ser excusa para mostrar en lugar de honor los emblemas criminales que devastaron Europa, pues voluntaria o involuntariamente son testimonio de homenaje y renovación pública del compromiso de los divisionarios que fundaron la hermandad en 1943 y que participaron en esa guerra de agresión que asoló Europa.


Pedimos públicamente al señor Hermano Mayor de la Cofradía, D. Francisco Javier González Ontiveros, que no se esconda tras sus creencias para despreciar los valores democráticos. Éstos están por encima de partidos y creencias religiosas y son para todos los ciudadanos.

Le informamos de que los miembros de la División 250 de la Werhmach                        [sic], más conocida como División Azul, hicieron un juramento de lealtad a Adolf Hitler al igual que el resto de soldados y cargos del ejército alemán que ayudaron a esclavizar a Europa bajo la bota del nazismo. Muchos de ellos, claro, ya estaban acostumbrados a romper juramentos de lealtad, pues ya se habían sublevado contra el gobierno elegido democráticamente en febrero de 1936. Las mismas esvásticas adornaban su uniforme, y servían a la misma maquinaria bélica que asesinó a millones de personas entre 1939 y 1945. Vistieron el mismo feldgrau.

La cruz de Malta que figura en su estandarte, y que era el símbolo de la División 250, no eran exhibidas con un símbolo cristiano por el ejército del tercer Reich. Como no era el Dios cristiano el que figuraba escrito en las hebillas de sus cinturones, "Gott mit uns". Para los 106 ciudarrealeños muertos en la deportación nazi, esa cruz nunca fue la cruz del perdón, nunca puede simbolizar los valores cristianos de paz y salvación, sino que es el símbolo de tortura de los romanos, la cruz de Espartaco. No confundan la cruz del nacionalcatolicismo con la del cristianismo. Para miles de demócratas, esa cruz en concreto que figura en el escudo de la División Azul, nunca será un símbolo de redención sino un símbolo de esclavitud de millones de hombres, mujeres y niños.

El Ejército Español ni sus miembros no deberían en un estado democrático participar en ese gigantesco insulto a las víctimas. Para empezar porque la División Azul no perteneció nunca orgánicamente al ejército español, debía lealtad al Führer de Alemania, y a diferencia de los soldados alemanes, los españoles que participaron en la División Azul lo hicieron voluntariamente, es decir, participaron voluntariamente en una guerra criminal de agresión en la que murieron millones de personas. Participaran directamente en sus crímenes o no, formaron parte de la misma maquinaria bélica. Recordamos que estos crímenes han sido condenados y perseguidos por las leyes y tribunales internacionales, y la exhaltación [sic] pública de los símbolos militares que sirvieron a esa maquinaria militar ha sido prohibida y perseguida en toda la Europa democrática. La posible participación de militares en activo del Ejército Español en la exhibición de este estandarte, constituye por sí mismo un acto de humillación colectiva para la dignidad de todos los españoles y su estado democrático.

A los fieles que con ilusión acompañan a estas imágenes, les solicitamos que muestren un gesto de piedad y buena voluntad y renuncien a desfilar bajo los símbolos de los criminales de la segunda guerra mundial. No se puede aducir ignorancia, pues sólo es un gesto de desprecio a los 106 ciudarrealeños que murieron en los campos nazis de Güsen y Mauthausen por su compromiso con las libertades.

Así mismo, nos dirigimos a la señora alcaldesa de Ciudad Real para que tome partido en estos hechos. Apelamos a su sensibilidad, pues es la dignidad democrática lo que está en juego. Le pedimos que no se muestre pasiva, condescendiente o indiferente ante este acto, pues supondría una falta de respeto a la dignidad democrática de los ciudadanos y por ello le pedimos que actúe.

Enviamos copia de este comunicado a los señores embajadores de Israel y Alemania, para pedirles que soliciten oficialmente que los emblemas del ejército nazi que figuran en la cofradía sean retirados.
 
La bien orquestada campaña generó un “ruido mediático” que parecía ser el eco de un clamor popular contra la Hermandad de la Virgen de las Angustias por sacar en procesión este estandarte.

La citada Hermandad es una de las once que salen a la calle en Ciudad Real el Viernes Santo. Y junto a las demás cofradías de la ciudad, sale de nuevo en la Procesión del Domingo de Resurrección. En cualquiera de los folletos que cada año se editan con motivo de la Semana Santa ciudarrealeña, y donde se hace un breve bosquejo histórico de las distintas Hermandades, se hace constar expresamente su origen: fue creada en 1943 por veteranos del Ejército Nacional durante la Guerra Civil y de la División Azul. En realidad, además claro está del trono con la Virgen de las Angustias, saca en procesión cinco estandartes, con los emblemas de las Armas de Infantería, Caballería, Artillería e Ingenieros, junto con el que simboliza a la División Azul. En el “capirote” de la vesta de la Hermandad aparecía el Águila de San Juan con la Cruz de Santiago, es decir, el emblema heráldico del Ejército de Tierra español. En la actualidad, estas vestas coexisten con otras de diseño más reciente donde este símbolo ya no está presente.

La Hermandad ha exhibido sin problema alguno estos estandartes durante años, y por supuesto también durante los años en los que el PSOE ha estado al frente de los gobiernos autonómico y local. Solo desde el año pasado la rama local del movimiento de la “memoria histórica” ha decidido hacer de este tema objeto de escándalo. Intuir las razones, lo dejo al juicio de cada lector.



Un análisis sectario
El análisis del texto firmado por Xulio García Bilbao nos da interesantes pistas. Para empezar, contrariamente a lo que sugiere, el estandarte motivo de su denuncia no incluye ningún símbolo nazi. Aparecen el yugo y las flechas, sin duda, el escudo de la División Azul, con los colores de la bandera nacional y la palabra “España” y una versión tan estilizada de la Cruz de Hierro que hace que apenas se asemeje a ella. Ninguno de esos símbolos es “nazi”. La Cruz de Hierro, que según este personaje esta perseguida en toda Europa, adorna en realidad los carros de combate y los aviones de las Fuerzas Armadas de la muy democrática y antinazi República Alemana.

La División Azul juró fidelidad al Führer, pero única y exclusivamente en la que se bautizó como Cruzada contra el Comunismo. Nunca nadie –ni las autoridades soviéticas en su día- ha acusado a la División Azul de haber perpetrado ningún Crimen de Guerra o Crimen contra la Humanidad.

Los voluntarios españoles participaron en una campaña contra el régimen comunista de la Unión Soviética, el mismo régimen que, en 1939 y en connivencia con el III Reich- invadió Polonia, que en 1940 invadió Estonia, Letonia y Lituania, y agredió brutalmente a la pequeña Finlandia. La presencia de los españoles en la campaña contra la URSS fue la respuesta a un hecho bien establecido: el masivo apoyo de ese país al Frente Popular durante la Guerra Civil Española. Un apoyo que convirtió al gobierno frentepopulista en un satélite del régimen soviético.

Frente a estas realidades históricas, el adalid de la “memoria histórica” sectaria que se nos quiere imponer, despliega una versión simplista, maniquea y en realidad absurda de lo que supuso históricamente la Segunda Guerra Mundial. Una versión que pretende ignorar que la Unión Soviética, a las ganancias territoriales que obtuvo de su alianza de facto con el III Reich, añadió después la ocupación militar e imposición de regímenes dictatoriales comunistas en Polonia, Checoslovaquia, Rumanía, Bulgaria, Hungría y la parte por ella ocupada de Alemania.

La silenciada persecución religiosa
Pero sobre todo, el comunicado del Foro por la Memoria de Castilla-La Mancha olvida por completo lo que ocurrió en Ciudad Real durante el gobierno del Frente Popular. Pretende que olvidemos, por ejemplo, que tras su victoria en febrero de 1936, en Ciudad Real como en toda España, la celebración de la Semana Santa fue prohibida. Pretende hacernos olvidar que entre las aproximadamente 2.300 víctimas del régimen de terror frentepopulista, un elevado porcentaje estaba compuesto por religiosos. Mataron al obispo, Monseñor Narciso de Estenaga. Hubo episodios horrorosos, como la matanza de Hermanos Pensionistas en Daimiel, o la de Dominicos en Almagro. Mataron al eminente pedagogo marianista Carlos Eraña, que se había refugiado en la capital manchega donde había trabajado muchos años, huyendo de las matanzas que asolaban Madrid, donde entonces residía.

Los frentepopulistas no dudaron en convertir la Catedral de la Virgen del Prado de Ciudad Real en garaje y después en cuartel. Su retablo fue casi completamente destruido, y el coro ardió por completo; un moderno órgano que se había instalado en 1907, fue destruido; toda la colección de cuadros fue robada (por suerte, se pudieron recuperar al acabar la Guerra). Lo más terrible, la imagen de la Virgen del Prado, a la que todos los ciudarrealeños profesan gran devoción, una talla del siglo XIII, fue destruida. El tesoro de la Virgen, ni que decir tiene, fue enteramente saqueado.

La pieza artística más notable de la catedral era el Portapaz de Uclés. Era una obra preciosa con láminas de serpentina decoradas con motivos religiosos enmarcadas en magnífica  orfebrería en plata, que los Caballeros de Santiago del Monasterio de Uclés habían donado a la Catedral a fines del XIX, porque el Obispo de Ciudad Real es el Prior de las Órdenes Militares. Era una obra maestra y estaba valorada en más de un millón de pesetas de entonces y había sido expuesta en varias Exposiciones Internacionales. Hasta los sacrílegos que asaltaron la Catedral la respetaron. Pero se incautaron de ella “las autoridades”. Era una pieza tan valiosa que vino gente desde Madrid a averiguar dónde estaba. La historia no se ha conocido hasta los años 90. Resulta que las “autoridades encargadas de salvaguardar el patrimonio” la habían llevado finalmente hasta Valencia, y allí la mayor parte de las piezas, ¡las habían fundido para obtener plata a peso! Pero aun quedaban las piezas de serpentina, y se sabe que fueron llevadas a Méjico a bordo del “Vita”, donde acabaron vendiéndose. Así desapareció la que quizás fue la obra de arte más importante de Ciudad Real. Todos estos episodios nos los recordó poco antes de morir uno de los más ilustres divisionarios ciudarrealeños, Ramón Pérez Caballero, fundador junto a otros de sus camaradas de la División Azul de la Hermandad de la Virgen de las Angustias.

Esta repugnante persecución de las creencias católicas provocó, como cabe imaginar, que pasado este siniestro periodo de nuestra historia, la fe religiosa se recuperara con redoblada intensidad. Y explica que, a su regreso de Rusia, los excombatientes de la División Azul decidieran asociarse junto con los veteranos del Ejército Nacional en una Hermandad de Semana Santa, un tipo de institución con especial arraigo en muchas regiones de España, como La Mancha.


La extrema izquierda interfiere en la libertad religiosa

Ninguno de estos hechos es contemplado en el sectario análisis que realiza el Foro por la Memoria Histórica de Castilla-La Mancha que, en vez de ello, recurre a tópicos manidos para tratar de desencadenar el rechazo popular. Otro ejemplo más, muy revelador, de cómo funcionan los mecanismos de la “memoria histórica” que se nos pretende imponer.

Pese lo intenso de la campaña propagandística, la realidad es que los ciudarrealeños no tenían el menor interés en que la Hermandad de la Virgen de las Angustias se deshiciera de sus estandartes. El periódico digital de ámbito manchego El Día Digital no dudó en sacar a las calles a sus reporteros gráficos, para preguntar al público, y la respuesta fue unánime: no había razón alguna para que esos estandartes dejaran de exhibirse (3). Esta unanimidad del público que concurría a las procesiones no es extraña: los seguidores de la “memoria histórica” no suelen tener entre sus aficiones el asistir a los actos de la Semana Santa
.
Como ciudarrealeño de cuna que soy, procuro asistir a la Semana Santa de mi tierra natal todos los años. Este año desde luego no falté y asistí a las dos procesiones en que la Hermandad de la Virgen de las Angustias intervino. No se registró ni la más mínima protesta ante el paso de los estandartes que el Foro por la Memoria Histórica denostaba. El paso de los estandartes fue acogido con el recogimiento habitual.

Pero, erre que erre, todas las publicaciones “progresistas”, insistieron en el tema hasta la saciedad. No se trataba de pedir, sino de “exigir”, no dudando incluso en amenazar con un escándalo internacional. Esta es una muestra (4):

“El Foro de la Memoria de Castilla-La Mancha exige a la Cofradía de la Virgen de las Angustias de Ciudad Real que retire sus emblemas de la División Azul y pida perdón a las víctimas de la represión nazi, al mismo tiempo que insta a los embajadores de Israel y Alemania a solicitar oficialmente que las enseñas hitlerianas que figuran en esta cofradía sean retiradas. Sin embargo, según ´publico.es´, el hermano mayor lo tiene claro: “Sin una orden de la autoridad eclesiástica, judicial o civil”, la cofradía seguirá desfilando con estos símbolos que vejan la memoria de los mártires del nazismo”.

La falta de pudor es insultante. Quienes a diario ejercen de críticos feroces de la Iglesia Católica, no dudan en erigirse en jueces para dictaminar que puede o que no puede sacar en procesión una Hermandad de Semana Santa.

Desde luego sería mucho pedir, pero quizás los Foros de la Memoria Histórica deberían reflexionar sobre lo que sentimos muchísimos españoles cuando en manifestaciones y actos políticos vemos ondear banderas con hoces y martillos, los mismos símbolos que han exhibido los regímenes comunistas de todo el mundo, provocando matanzas masivas en todos ellos. 

La Semana Santa es un acto eminentemente religioso, sin duda. Pero también tiene un fuerte componente de tradición. Las Hermandades atesoran esas tradiciones que les dan una personalidad propia y distintiva. A fecha de hoy, y por obvias razones, en la Hermandad de la Virgen de las Angustias ya no quedan veteranos de la Guerra Civil ni de la División Azul. Si acaso, hijos o familiares. Pero la Hermandad mantiene con firmeza su identidad y no está dispuesta a prescindir de ella, salvo que autoridades religiosas o civiles se lo impongan. En estos tiempos de lo “políticamente correcto”, esto puede ocurrir cualquier día, por desgracia. Pero de momento esta Hermandad (5) resiste a los comisarios políticos de la memoria histórica en su desvergonzado empeño por imponer sus sectarios dogmas. Y hay que felicitarse por ello.
 
Notas
 
5)      Sobre ella se pueden consultar estas direcciones:
Y en YouTube estos videos:
https://www.youtube.com/watch?v=vkhklYzB1HE
https://www.youtube.com/watch?v=3nHWsYXamLk
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