Este año, excepcionalmente, cristianos y judíos conmemoramos el mismo día la crucifixión de Jesús
por En cuerpo y alma
La pista me la ha dado la amable lectora que firmaba como Alicia, la cual ha dejado en un artículo que publiqué el pasado 17 de abril de 2011 titulado “Tal día como hoy 14 de nisan crucificaron a Jesús”, el siguiente comentario:
“Tengo entendido que el 14 de Nisán este año es el día de hoy, cinco de abril, contando desde el anochecer, sería seis de abril la muerte de Jesucristo”.
Pues sí amiga Alicia, tiene Vd. entendido muy bien, porque hoy, 6 de abril de 2012 en el calendario gregoriano que seguimos los cristianos es, también, 14 de nisán de 5772 en el calendario que siguen los hebreos(1), y efectivamente, un 14 de nisán fue crucificado Jesús. Que ello es así lo sabemos gracias al evangelista Juan que lo aclara muchas veces. Sólo a modo de ejemplo, donde afirma que cuando “José de Arimatea [...] pidió a Pilato autorización para retirar el cuerpo de Jesús [y darle sepultura], era el día de la Preparación de los judíos” (Jn. 19, 38-42), es decir, el día previo a la pascua. O dicho de otra manera, aquél en cuya noche celebraban los judíos, y aún hoy celebran, la cena pascual, en definitiva, el 14 de nisán.
Si se sigue la cronología de los Sinópticos, la cosa es diferente, pues para éstos, la cena que celebra Jesús con sus discípulos no es una cena pre-pascual como en Juan, sino una cena estrictamente pascual, es decir, la que celebran los judíos la víspera del día de la pascua, por lo tanto el 14 de nisán, con lo que Jesús habría sido crucificado el mismísimo 15 de nisán, en plena pascua. Un relato que no puede darse por bueno sin mayor explicación, pues un mínimo conocimiento de las costumbres judías y de sus reglas de pureza impide aceptar que Jesús fuera juzgado en la noche de la cena de la pascua y crucificado poco después del mediodía del mismísimo día de la pascua.
Todo esto dicho, la coincidencia del viernes santo cristiano con el 14 de nisán hebreo es absolutamente excepcional, y ello por dos razones. En primer lugar, por el temprano afán cristiano en separar la pascua cristiana de la judía, para lo cual se ideó el sistema de pascua móvil que celebramos actualmente en función de la luna llena pascual subsiguiente al equinoccio de primavera. Y en segundo lugar, por la naturaleza totalmente diferente de un calendario, el cristiano-gregoriano, estrictamente solar, y el otro, el hebreo, que podemos definir como lunisolar, esto es, básicamente lunar aunque con reglas para acomodar el año al ciclo solar. Dos calendarios en los que el año tiene distinta duración y en los que, consecuentemente, no existe una correlación fija entre sus fechas.
[Si quieren Vds. profundizar en el conocimiento de uno y otro calendario, les propongo la lectura de los siguientes artículos publicados en esta misma columna:
Por poner colofón al tema: como el viernes santo, día en el que los cristianos conmemoramos la crucifixión de Jesús, puede caer entre el 20 de marzo y el 23 de abril, es decir en un ámbito de 35 días, la probabilidad de que coincida con el 14 de nisán en que tuvo lugar en el calendario judío es de apenas 1 entre 35. Una probabilidad pequeña, qué duda cabe, pero no nula, según demuestra lo ocurrido este año. Algo que oportunamente me recuerda Alicia y que yo, por mi parte, he preferido compartir con Vds..
(1) Por cierto, como muy bien señala también Alicia, desde que anochezca, porque por la diferente manera de computar los días entre los judíos, el 14 de nisán comenzará al acontecer el ocaso de nuestro 5 de abril, lo que quiere decir que parte de nuestro día 5 también será 14 de nisán, como parte de nuestro 6 de abril, desde que anochezca, será ya 15 de nisán.
©L.A.
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