¡Pues claro que hay andaluces que hablan fatal el español!
por Luis Antequera
Un señor que multa a los catalanes que rotulan en su lengua materna cuando ésta es el español; un señor que ha desterrado del sistema educativo catalán el idioma español; un señor que ha permitido un referéndum anticonstitucional y antiespañol y se jacta de haber participado en él; un señor que ha instalado a la entrañable región española de Cataluña en la insumisión constitucional, desoyendo las requisitorias de jueces y tribunales a cumplir con la ley; un señor que ha prohibido la gran fiesta popular española por la sencilla razón de que le huele a España; un señor que tiene al estamento médico catalán en pie de guerra porque no le paga, mientras continúa pagando los sueldos desproporcionados que paga a unos embajadores que no tienen embajada y representan a una nación que no existe; un señor que nos amenaza día sí día no con abandonar la que, le guste o no y muy a su pesar, de eso no me cabe duda, es todavía su patria y fue la de sus padres… ¡¡¡y ahora se disculpa por haber dicho que hay niños en Sevilla que no hablan bien el español!!!
Discúlpeme, Sr. Mas, pero Vd. nos está tomando el pelo. Y con Vd., todos los que han participado en esta pantomima apestosa e insoportable: el Sr. Griñán, el Sr, Blanco, todos aquéllos que se han rasgado las vestiduras ostentosamente cuando dice Vd. esta nimiedad y guardan, sin embargo, un asqueroso silencio cómplice cuando dice Vd. las barbaridades con las que nos obsequia cada mañana. Y eso sí, directamente, no se las avalan, como cuando el que aspira a ser Presidente del Gobierno español, -español, repito-, le ríe a Vd. la gracia de declararse insumiso a las sentencias de los tribunales españoles, situándose con Vd. por encima del orden constitucional, por encima del estado de derecho y de la legalidad, y por encima del resto de los españoles, de los que, le guste a Vd. o no, son Vd. y él, uno más.
Pues bien, escuche lo que voy a decir, Sr. Mas: por una vez en su vida y sin que sirva de precedente, tiene Vd. razón, tiene Vd. toda la razón. ¡Pues claro que hay niños en Sevilla que hablan garrafalmente el español, por supuesto que los hay! ¡Y otros que no son tan niños! ¿Qué pasa? ¿Qué no se puede decir? Pues yo lo digo. Lo digo y lo repito. Yo que soy medio andaluz y que visito Andalucía varias veces al año; yo que he pasado en Andalucía, mes a mes cada uno de las cinco décadas que ya atesoro, algún lustro de mi vida; yo que soy hijo y nieto de andaluces, se lo digo a Vd., Sr. Mas, y a todo aquél que lo quiera oír: ¡hay andaluces a los que no los entiende ni su padre y que hablan un español que debería darnos que pensar! Como hay gallegos, como hay extremeños, como hay valencianos, como hay madrileños, como hay vascos… como hay catalanes, Sr. Mas, como hay catalanes, y cada vez más, por desgracia. Y lo que es más llamativo, Sr. Mas, catalanes de alto nivel social y académico, alguno de los cuales, por cierto, con interesantes y sesudas participaciones en programas de radio y de televisión(1), cuya dificultad para expresarse en la segunda lengua más hablada del mundo que además es la de Vd. y la de él, es ya algo más que llamativo, no le deja a él en buen lugar, y debería hacer pensar a muchos, entre los cuales a Vd., que algo se está haciendo mal en Cataluña.
Le voy a decir lo que le exijo yo, Sr. Mas, ahora que veo todo el mundo le exige disculpas y le veo a Vd. tan dispuesto a ofrecerlas. De momento y para empezar, pida Vd. disculpas por haber pedido tan hipócritamente disculpas cuando tenía razón. Y luego, sigue Vd. pidiendo disculpas, pero no a los andaluces, sino a los españoles, y particularmente a los catalanes, por no respetar la ley ni la Constitución; por permitir Vd. y participar, en referenda que son ilegales; por impedir a los niños hablar el español en las escuelas; por multar a sus amados “compatriotas” cuando rotulan en español; por prohibirles divertirse como les plazca; por dilapidar el dinero público en embajadores sin embajadas; por mostrarse tan tacaño y tan roñoso cuando de aportar lo que en calidad de una de las regiones más ricas de España, corresponde poner a Cataluña precisamente para que los niños andaluces dejen de hablar mal el español; por ofender día sí y día no a todos los que en Cataluña, y fuera de Cataluña, nos sentimos españoles y sabemos que Cataluña es parte indisoluble de España.
Pida Vd. disculpas por todo eso y no se avergüence Vd. de haber dado en el clavo por lo que al pésimo español que hablan muchos españoles en tantos lugares de España, y por supuesto en Cataluña, se refiere. Que ahí, Sr. Mas, ahí sí, ha dado Vd. en el clavo.
(1) Y no me refiero a Punset, que lo habla muy bien y con un acento muy divertido.
©L.A.
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