Breve análisis del 15-M
por Luis Antequera
Cuando la policía se ve ante un caso de asesinato y aún no conoce nada sobre las circunstancias del mismo, lo primero que se pregunta es a quien beneficia para, a partir de ahí, estrechar el cerco sobre el asesino.
Aquí no estamos hablando de ningún asesinato, pero a falta de mejor información, buscar a quien benefician los mensajes que se emiten desde el 15-M debería darnos buenas claves sobre el origen del movimiento.
Pues bien, más allá de pequeños y deslabazados mensajes que cualquiera que quiera adentrarse en Sol puede leer tranquilamente –“democracia con reyes=un porsche con bueyes”, “Bush tiró las torres gemelas”, “Madrid será la tumba del capitalismo”, yo no sé de donde ha salido el engendro ese de que se trataba de una manifestación multiforme, con lemas suscribibles por todos-, dos son las ideas que con más insistencia se ha intentado hacer calar en la opinión pública.
Según la primera de ellas, el culpable de lo acontecido ya no es el Gobierno. Ahora es El Sistema, escrito así, con mayúsculas. Y Vd. me dirá, ¿pero es que acaso no forma parte el Gobierno de El Sistema?
Cuando el Gobierno era el culpable de la crisis (que en España lo es, y mucho), la culpa era de él, y en consecuencia, del pesoísmo que lo sostiene. Ahora que es El Sistema, el Gobierno... hombre sí, una culpilla no le digo yo que no tenga... pero El Sistema ya sabemos todos quien es... el Bush, la Banca, la Banca internacional, los intereses petrolíferos, el sionismo, las multinacionales... ¡Ah! Y la derechona, claro, siempre la derechona... vamos, Esperanza Aguirre para que nos entendamos ¿cómo no iba a estar la Espe enredando en todo este asunto? ¿No les parece hediondo, queridos amigos, que el foco de la manifestación se halle, precisamente, en la Puerta del Sol, sede del Gobierno regional de Madrid?
El segundo mensaje en el que se ha insistido hasta la saciedad para salvar la apariencia de neutralidad del movimiento, es el voto a los partidos pequeños y a ninguno de los dos grandes. ¡Hombre! ¡Como pa pedir el voto pal PSOE está la cosa!... pero se pide para los partidos pequeños, y asunto resuelto: como luego se alían con el PSOE... ¡Cómo cambiarlo todo para que todo siga igual! ¿No es a eso a lo que llaman la estrategia Lampedusa?
La capacidad de pacto del pesoísmo y su falta de escrúpulos cuando de conseguir el Gobierno se trata no conocen límites. A esa máquina de estar en el Gobierno (no de gobernar, que eso es otra cosa) a cualquier precio que es el pesoísmo, le hemos visto negociar con los terroristas vascos, con los independentistas catalanes, con los otros independentistas catalanes, con los independentistas gallegos, con los independentistas vascos, con los regionalistas cántabros, con los especuladores del suelo, con los comunistas... En Baleares, hemos asistido a un espectáculo digno de figurar en todos los anales de la perversión de la democracia: un parlamento con siete partidos donde seis de ellos, con el pesoísmo a la cabeza, gobernaban... ¡y sólo uno estaba en la oposición! ¿Adivinan cual? ¡¡¡El que había ganado las elecciones!!!
Yo no sé quien está en el origen del 15-M. Hay quien presume de sí saberlo. Yo sólo sé a quien beneficia, (que, en términos policiales, no es poco indicio). O pretende beneficiar, para decir toda la verdad, porque lo cierto es que hasta la fecha, los logros obtenidos se equiparan a cero, buena prueba de lo cual los resultados del pasado domingo.
Si a ello añadimos la complacencia del Sr. Rubalcaba para con un movimiento que no ha movilizado ni a 60.000 personas en toda España -en los días previos a las pasadas elecciones ha habido manifestaciones mucho más numerosas, las varias realizadas por las víctimas, y vean Vds. el caso que se les ha hecho- yo creo que añadir una sola palabra es, simplemente, redundancia. Y aquí no estamos para redundar.
Si a ello añadimos la complacencia del Sr. Rubalcaba para con un movimiento que no ha movilizado ni a 60.000 personas en toda España -en los días previos a las pasadas elecciones ha habido manifestaciones mucho más numerosas, las varias realizadas por las víctimas, y vean Vds. el caso que se les ha hecho- yo creo que añadir una sola palabra es, simplemente, redundancia. Y aquí no estamos para redundar.
Otros artículos del autor relacionados con el tema
Comentarios