Nuevo acto de sacrilegio en una iglesia de la Comunidad. Y, de nuevo, en pleno fin de semana. Esta vez ha sido la localidad de Navalcarnero la que ha visto cómo un hombre ha arremetido contra varias imágenes de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, causando numerosos destrozos.
El suceso ocurrió a primera hora de la mañana de ayer, sobre las 08.30 horas, antes de la primera eucaristía dominical. En ese momento, destrozó varias imágenes religiosas de vírgenes y santos, que han quedado desfiguradas o, en algunos casos, amputadas.
El párroco, Fermín Marcos, y una de las monjas intentaron razonar con el agresor y apaciguarle, sin conseguir que desistiera en su actitud, por lo que inmediatamente avisaron a las autoridades. «Usted lo que tiene que hacer es rezar o hacer una llamada», parece ser que le repitió al sacerdote en varias ocasiones mientras éste le intentaba calmar.
La Policía local se personó en el lugar a los pocos minutos y procedió a su detención, transfiriéndolo después a la Guardia Civil, que lo pondrá a disposición judicial mañana lunes. Antes del acto vandálico, el sujeto había estado en la churrería portátil que se instala todos los domingos en la plaza principal de la villa, contando a otros vecinos lo que se disponía a hacer, aunque nadie le tomó en serio.
Las imágenes destruidas eran de escayola y llevaban en la iglesia desde los años 30 del siglo pasado. «Su valor es más sentimental que económico», señaló el párroco. No obstante, entre las imágenes dañadas se halla la figura de San Isidro Labrador, que tenía que haber salido en procesión hasta la ermita del mismo nombre el próximo domingo.
El alcalde de la localidad, Baltasar Santos, lamentó el incidente, que tachó de «terrible y muy grave», y señaló que «atentar contra las imágenes religiosas no es sólo ir contra la fe de las personas y la tradición de un pueblo, sino también contra el patrimonio histórico-artístico, que tanto estamos luchando por preservar».
El último incidente similar en la región se produjo en abril, cuando robaron el copón, las casullas y un cáliz de la iglesia de Ciempozuelos. Un mes antes, se produjo un acto similar en la iglesia de la Ascensión de Carabanchel. Y en febrero, unos desconocidos sustrajeron el sagrario de la iglesia de Santa Catalina en Majadahonda, que ya había sufrido otro robo en Nochebuena.