En su reciente libro «Jesús de Nazaret»
Netanyahu alaba al Papa por reafirmar la exoneración a los judíos de la muerte de Jesucristo
El Vaticano II, y posteriormente el Catecismo de la Iglesia Católica, ya habían señalado que no se puede acusar de deicidio al pueblo judío en su conjunto.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, elogió ayer al Papa Benedicto XVI por exonerar a los judíos de la condena a muerte de Jesús y recordó la importancia que esta acusación ha tenido en la historia del antisemitismo.
"Le alabo por rechazar con firmeza en su reciente libro ("Jesús de Nazaret", que saldrá a la venta el próximo día 10) la falsa acusación que ha constituido una base del odio al pueblo judío durante muchos siglos", señaló Netanyahu en un comunicado.
El jefe de Gobierno israelí manifestó además su "ferviente esperanza" en que la "claridad y valentía" que ha mostrado el pontífice al desautorizar la idea del deicidio judío "refuerce las relaciones entre judíos y cristianos a lo largo y ancho del mundo y ayude a promover la reconciliación para las generaciones venideras".
"Espero verle de nuevo pronto y expresarle en persona el profundo aprecio que le profeso", concluye la nota.
El libro del Papa
En el libro, del que el Vaticano adelantó ayer algunos capítulos, el Papa señala que, cuando en el Evangelio de Mateo se habla de que "todo el pueblo" pidió la crucifixión de Cristo, "no se expresa un hecho histórico".
"¿Cómo habría podido todo el pueblo (judío) estar presente en ese momento para pedir la muerte de Jesús?", se pregunta Benedicto XVI, quien reconoce que esa errónea interpretación ha tenido "fatales" consecuencias, en referencia a las continuas acusaciones de deicidio a los judíos durante siglos, que propiciaron su persecución.
El Papa agrega que la "realidad" histórica aparece más correcta en los evangelios de Juan y Marcos.
"Según Juan, fueron simplemente los judíos, pero esa expresión no indica para nada que se tratase del pueblo de Israel como tal y menos que tuviera un carácter racista. Juan era israelita, como Jesús y todos los suyos. En Juan esa expresión tiene un significado preciso y rigurosamente limitado, se refiere a la aristocracia del templo (de Jerusalén)", escribe el papa Ratzinger.
Añade que Marcos amplía el cerco de los acusadores a los "ochlos", la masa que apoyaba a Barrabás y que se había movilizado para lograr que fuera amnistiado con motivo de la inminente pascua.
"El verdadero grupo de los acusadores son los círculos contemporáneos del templo y la masa que apoyaba a Barrabás", precisa, de manera categórica.
El Concilio Vaticano II (19621965) promulgó la declaración "Nostra Aetate", con la que los católicos retiraron las acusaciones de deicidio contra los judíos.