Revelador informe sobre nuestros universitarios
por Luis Antequera
La Fundación BBVA acaba de presentar una encuesta realizada entre universitarios europeos de seis países diferentes, Francia, Italia, Suecia, Alemania, Reino Unido y España, sobre sus hábitos, creencias y opiniones. Una encuesta muy informativa, de la que paso a transmitirles los resultados que me parecen más reveladores por lo que a nuestros jóvenes se refiere.
Sobre su pensamiento ideológico formulado en términos de derecha-izquierda, los españoles son los segundos que más de izquierda se consideran (un 41,1% de los encuestados), sólo detrás de los alemanes.
La religiosidad de los españoles es la segunda más baja de los seis colectivos. En una escala de 0 a 10, los universitarios españoles se consideran religiosos con una nota media de 3,2, sólo más alta que la de los suecos, que dan un 2,7, frente al 5,1 que dan los más religiosos, los italianos, y por debajo ya del 3,4 que dan los franceses, a los que siempre hemos considerado tan descreídos.
Un 70,9% de los universitarios españoles consideran que existen principios éticos claros para definir lo que está bien y lo que está mal, una estadística en la que sólo dan más bajo que los británicos (75,6%). La paradoja reside en el hecho de que después de haber opinado así, un 57,2% de los universitarios españoles opinan que los principios éticos deben aplicarse según las circunstancias del momento, algo en lo que resultan ser los terceros más relativistas de los seis colectivos estudiados, sólo detrás de suecos y británicos. Unos británicos que, en combinación con el resultado expresado arriba, dan un resultado que deja bastante que desear: los que más creen en la existencia de principios éticos, pero también, los que en mayor proporción creen que se puede prescindir de ellos en atención a las circunstancias.
Sobre todos aquellos temas relativos a la familia con los que el Gobierno ZP nos ha bombardeado en los últimos años, los estudiantes españoles dan tan alto como era de esperar: los más favorables a la eutanasia (7,4 sobre 10), y a ser padres sin tener pareja estable (8,4 sobre 10); los segundos más favorables al divorcio (8,7 sobre 10), al matrimonio homosexual (8 sobre 10), y a la adopción por homosexuales (7,3 sobre 10). En los tres casos sólo detrás de los suecos. Por lo que se refiere al aborto, los universitarios españoles son “sólo” los terceros más partidarios, con un 6,8 sobre 10, frente al 8,7 de suecos y al 7,3 de franceses.
La soltería es el estado civil de los estudiantes españoles en un 96,1% de los casos, índice en el que nuestros universitarios dan la cifra más alta, frente al 87% de británicos, y el 42,% de suecos, que dan la más baja. Estos son los que en mayor proporción viven en pareja sin casarse, un 48%, frente al 2% de los españoles. La gran paradoja aquí reside en que con tal índice del 2%, los españoles son, sin embargo, los que más a favor se expresan de vivir en pareja sin casarse, 9 puntos sobre 10: sorprendente ¿no?. Dan por último, nuestros universitarios, el índice inferior de parejas casadas (no llega al 1%), frente al 7,6% de los suecos.
Los jóvenes españoles son los que más permanecen en casa de sus padres (un 70,1% de ellos), sólo por debajo de los italianos (un 70,5%), frente el 32,2% de los franceses, o al 9,9% de suecos. Y son, también, los que menos trabajan mientras estudian, apenas el 31,3% de ellos lo hacen, frente al 55,4% de suecos o el 64,6% de alemanes.
Los jóvenes españoles se muestran los más favorables a las descargas gratuitas de internet de una manera muy destacada (se autocalifican 7,7 sobre 10), frente al 4,8 de británicos y alemanes. El intenso debate del canon producido en España, ha afectado sin duda, pero observen Vds. los siguientes resultados, de lo más preocupantes. Los universitarios españoles son, de los seis colectivos estudiados, los más complacientes hacia estas tres conductas: copiar material de internet sin citar la fuente, un 4,2 en España frente al 0,9 de suecos; copiar en un examen, un 3,7 frente al 0,5 de suecos; utilizar trabajos de otras personas como si fueran propios, un 2,9 frente al 0,5 de suecos. Estremecedor.
Este es el retrato de nuestro universitarios, nuestro dirigentes del futuro. Deja un poquito que desear, ¿no les parece? A lo mejor, es el momento de dejar de hacernos los modernos y los divertidos y aceptar que no todo lo hacemos tan bien, y tenemos todavía mucho que aprender y no tanto que enseñar.
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