La ex política socialista se confiesa
Aroz, tras 33 años de militancia en el PSC afirma: «Cristianismo y socialismo no son compatibles»
Una de las fundadoras del PSC-PSOE y senadora más votada en Cataluña en 2004 habla de la relación entre cristianismo y socialismo.
Mercedes Aroz (Zaragoza, 1944) se ha incorporado recientemente a la Comisión Ejecutiva de E-Cristians. La cofundadora del Partido de los Socialistas de Cataluña en el año 1978 se ha sumado a la asociación católica para liderar un equipo multidisciplinar que analizará el ámbito de la reforma legislativa.
Aroz, convertida al cristianismo en noviembre de 2007, ha contestado a las preguntas de ForumLibertas.com, medio en el que iniciará una serie de colaboraciones puntuales en las que analizará la realidad social, política y legislativa desde su perspectiva.
Mercedes Aroz fue diputada en el Congreso durante cuatro legislaturas, desde 1986 a 2000, además fue senadora por Barcelona en las legislaturas comprendidas entre el 2000 y el 2008 por la coalición Entesa Catalana de Progrés (PSC-ERC-IC). En las celebradas en marzo del 2004 obtuvo 1.602.225 votos (53,67%) siendo hasta dicha elección la senadora o senador históricamente más votada de Cataluña y España.
En noviembre de 2007 anunció su conversión al cristianismo y su retirada de la política activa al finalizar la legislatura de 2008. Posteriormente, en mayo de 2009 decidió dejar la disciplina socialista.
- En 2009, después de 33 años de militancia, decide dejar la disciplina socialista entre otras razones por la decisión del gobierno de despenalizar el aborto. ¿Cómo vivió esa ruptura y qué otros elementos incidieron en su decisión?
- Mi ruptura con el socialismo culmina con la decisión del gobierno de despenalizar el aborto, que pone de manifiesto con toda claridad el conflicto entre el compromiso cristiano y la ideología socialista. Mi convicción es que cristianismo y socialismo no son compatibles, y por esta convicción abandoné la política y el partido socialista después de una militancia de 33 años.
El socialismo tiene valores positivos en el ámbito de la justicia social, pero se basa en una concepción materialista del ser humano, y la persona y su dignidad no están en el centro del proyecto; lo están una serie de valores colectivos, está la ideología. Por ello, cuando el socialismo pone en juego en la acción política y legislativa su sistema de valores sobre dicha concepción del ser humano, la incompatibilidad del cristianismo con esta ideología se manifiesta con toda claridad, y hace imposible la colaboración con su proyecto.
El político católico debe ante todo representar y defender los valores fundamentales del ser humano, siendo signo y salvaguarda de la trascendencia de la persona; y éste es un principio en el que no se puede claudicar sin producir un grave perjuicio al testimonio de la fe cristiana, pero también al propio sistema democrático, ya que sin el respeto a los derechos y libertades fundamentales no existe un verdadero orden democrático.
En mi caso, el conflicto fue resuelto de la única forma posible cuando la fe vertebra toda la vida y la disposición a seguir a Cristo es completa.
- Recientemente se ha incorporado a la Comisión ejecutiva de E-cristians para dirigir un equipo interdisciplinar que analizará el ámbito de la reforma legislativa. ¿Por qué adopta esta decisión?
- He dado el paso de incorporarme a E-Cristians porque deseo encauzar mi compromiso cristiano hacia un ámbito de trabajo comunitario en la sociedad. El cristianismo ha de vivirse en comunidad para poder llevar a todos la luz del Evangelio de Cristo Jesús, que lleva a la plena realización del ser humano, a una vida con esperanza de futuro y a la verdadera libertad.
Me siento identificada con E-Cristians, que es una voz católica al servicio de la sociedad y el bien común, que trabaja con fidelidad al Evangelio en comunión con la Iglesia y libre de cualquier servidumbre política. Es también, un ámbito de pensamiento muy importante basado en la fe y la razón, unido plenamente al magisterio de Benedicto XVI, un papa providencial para afrontar las dificultades del mundo contemporáneo y los retos que plantea en el anuncio del Evangelio.
El proyecto concreto en el que voy a colaborar forma parte del servicio a la sociedad que lleva a cabo E-Cristians.
- ¿Cuáles son los objetivos que perseguirá el trabajo de este grupo formado por juristas y especialistas en diversos campos?
- El proyecto va dirigido a analizar el marco legislativo aprobado en la actual etapa del socialismo radical, que nos ha distanciado del resto de los países europeos, y a proponer las reformas necesarias para hacerlo homologable a sus legislaciones.
El debate debe posibilitar que el conjunto de la sociedad española, incluidos los votantes socialistas, vean el alcance profundo de las reformas realizadas. Y ahora es el momento oportuno, cuando ya se ha desvanecido una cierta ilusión colectiva inicial sobre lo que podía significar este gobierno y se empieza a recoger los frutos de sus políticas, que son objetivamente muy negativos. Sea en la economía -con un resultado de cerca de cinco millones de parados-, en el ámbito social -cargando sobre los sectores menos favorecidos las políticas para afrontar el déficit público-, en la gestión de la pluralidad autonómica -que ha creado una grave crisis con el Estatuto de Catalunya-, o en la política exterior, que ha llevado al desprestigio de España y de su papel en el mundo.
Los resultados de las leyes de cambio de modelo de sociedad, contrarias a los derechos humanos, a la familia y los derechos de los padres son a más largo plazo, pero en caso de mantenerse darían unos frutos todavía más amargos. Hay un amplio consenso en que es preciso cambiar el rumbo en la economía, en la política social y en la política exterior, pero también hay que liberarse de la ideología que se ha introducido en las leyes con las que se pretende cambiar la mentalidad de la sociedad española hacia el laicismo y el relativismo ético, y orientar en ese sentido a las generaciones futuras.
- ¿Hasta qué punto serán realizables esos objetivos con la actual tendencia laicista del Gobierno?
- En democracia ninguna ley es irreversible, ni los gobiernos son perpetuos.
Aroz, convertida al cristianismo en noviembre de 2007, ha contestado a las preguntas de ForumLibertas.com, medio en el que iniciará una serie de colaboraciones puntuales en las que analizará la realidad social, política y legislativa desde su perspectiva.
Mercedes Aroz fue diputada en el Congreso durante cuatro legislaturas, desde 1986 a 2000, además fue senadora por Barcelona en las legislaturas comprendidas entre el 2000 y el 2008 por la coalición Entesa Catalana de Progrés (PSC-ERC-IC). En las celebradas en marzo del 2004 obtuvo 1.602.225 votos (53,67%) siendo hasta dicha elección la senadora o senador históricamente más votada de Cataluña y España.
En noviembre de 2007 anunció su conversión al cristianismo y su retirada de la política activa al finalizar la legislatura de 2008. Posteriormente, en mayo de 2009 decidió dejar la disciplina socialista.
- En 2009, después de 33 años de militancia, decide dejar la disciplina socialista entre otras razones por la decisión del gobierno de despenalizar el aborto. ¿Cómo vivió esa ruptura y qué otros elementos incidieron en su decisión?
- Mi ruptura con el socialismo culmina con la decisión del gobierno de despenalizar el aborto, que pone de manifiesto con toda claridad el conflicto entre el compromiso cristiano y la ideología socialista. Mi convicción es que cristianismo y socialismo no son compatibles, y por esta convicción abandoné la política y el partido socialista después de una militancia de 33 años.
El socialismo tiene valores positivos en el ámbito de la justicia social, pero se basa en una concepción materialista del ser humano, y la persona y su dignidad no están en el centro del proyecto; lo están una serie de valores colectivos, está la ideología. Por ello, cuando el socialismo pone en juego en la acción política y legislativa su sistema de valores sobre dicha concepción del ser humano, la incompatibilidad del cristianismo con esta ideología se manifiesta con toda claridad, y hace imposible la colaboración con su proyecto.
El político católico debe ante todo representar y defender los valores fundamentales del ser humano, siendo signo y salvaguarda de la trascendencia de la persona; y éste es un principio en el que no se puede claudicar sin producir un grave perjuicio al testimonio de la fe cristiana, pero también al propio sistema democrático, ya que sin el respeto a los derechos y libertades fundamentales no existe un verdadero orden democrático.
En mi caso, el conflicto fue resuelto de la única forma posible cuando la fe vertebra toda la vida y la disposición a seguir a Cristo es completa.
- Recientemente se ha incorporado a la Comisión ejecutiva de E-cristians para dirigir un equipo interdisciplinar que analizará el ámbito de la reforma legislativa. ¿Por qué adopta esta decisión?
- He dado el paso de incorporarme a E-Cristians porque deseo encauzar mi compromiso cristiano hacia un ámbito de trabajo comunitario en la sociedad. El cristianismo ha de vivirse en comunidad para poder llevar a todos la luz del Evangelio de Cristo Jesús, que lleva a la plena realización del ser humano, a una vida con esperanza de futuro y a la verdadera libertad.
Me siento identificada con E-Cristians, que es una voz católica al servicio de la sociedad y el bien común, que trabaja con fidelidad al Evangelio en comunión con la Iglesia y libre de cualquier servidumbre política. Es también, un ámbito de pensamiento muy importante basado en la fe y la razón, unido plenamente al magisterio de Benedicto XVI, un papa providencial para afrontar las dificultades del mundo contemporáneo y los retos que plantea en el anuncio del Evangelio.
El proyecto concreto en el que voy a colaborar forma parte del servicio a la sociedad que lleva a cabo E-Cristians.
- ¿Cuáles son los objetivos que perseguirá el trabajo de este grupo formado por juristas y especialistas en diversos campos?
- El proyecto va dirigido a analizar el marco legislativo aprobado en la actual etapa del socialismo radical, que nos ha distanciado del resto de los países europeos, y a proponer las reformas necesarias para hacerlo homologable a sus legislaciones.
El debate debe posibilitar que el conjunto de la sociedad española, incluidos los votantes socialistas, vean el alcance profundo de las reformas realizadas. Y ahora es el momento oportuno, cuando ya se ha desvanecido una cierta ilusión colectiva inicial sobre lo que podía significar este gobierno y se empieza a recoger los frutos de sus políticas, que son objetivamente muy negativos. Sea en la economía -con un resultado de cerca de cinco millones de parados-, en el ámbito social -cargando sobre los sectores menos favorecidos las políticas para afrontar el déficit público-, en la gestión de la pluralidad autonómica -que ha creado una grave crisis con el Estatuto de Catalunya-, o en la política exterior, que ha llevado al desprestigio de España y de su papel en el mundo.
Los resultados de las leyes de cambio de modelo de sociedad, contrarias a los derechos humanos, a la familia y los derechos de los padres son a más largo plazo, pero en caso de mantenerse darían unos frutos todavía más amargos. Hay un amplio consenso en que es preciso cambiar el rumbo en la economía, en la política social y en la política exterior, pero también hay que liberarse de la ideología que se ha introducido en las leyes con las que se pretende cambiar la mentalidad de la sociedad española hacia el laicismo y el relativismo ético, y orientar en ese sentido a las generaciones futuras.
- ¿Hasta qué punto serán realizables esos objetivos con la actual tendencia laicista del Gobierno?
- En democracia ninguna ley es irreversible, ni los gobiernos son perpetuos.
Comentarios