Del laylat al-qadr que celebraron ayer los musulmanes
por Luis Antequera
Ha celebrado esta noche el islam la fiesta del laylat al qadr, literalmente la noche del destino, aunque se la traduce también como la noche del poder, la noche del todopoderoso, o la noche de la predestinación, en la cual recibió Mahoma su primera revelación, como se sabe, a manos de un personaje tan familiar al lector de los Evangelios como el arcángel San Gabriel, Jibril en árabe.
“Di: “Si hay alguien enemigo de Gabriel –él es quien, autorizado por Dios lo reveló a tu corazón, en confirmación de los mensajes anteriores, como dirección y buena nueva para los creyentes- si hay alguien enemigo de Dios, de sus ángeles, de sus enviados, de Gabriel y de Miguel, Dios, a su vez, es enemigo de los infieles” (C. 2, 97-98).
El laylat al qadr es la fiesta central de las que componen el conjunto festivo que en el islam representa el ramadán. De ella dice el Corán:
“Lo hemos revelado en la noche del Destino. ¿Y cómo sabrás que es la noche del Destino? La noche del Destino vale más de mil meses. Los ángeles y el Espíritu [no se trata de Dios, es al arcángel Gabriel] descienden en ella, con permiso de su Señor [este sí, Dios] para fijarlo todo. ¡Es una noche de paz hasta rayar el alba!” (C. 97, 1-5).
La deliberada voluntad de Dios de mantener la fecha en secreto hace que la misma no esté clara, tanto que se convierte en uno más de los motivos de discrepancia entre suníes y chiíes, las dos principales confesiones islámicas. Y así, mientras para éstos el evento celebrado, la aparición del Arcángel al Profeta, tuvo lugar la noche del 19, 21 o 23 del mes de ramadán, para la rama mayoritaria, la suní, el mismo ocurrió en una de las cinco últimas noches impares del mismo (21, 23, 25, 27 o 29), aceptándose como la más probable la del 27, que sería la que se ha cumplido anoche. A eso se ha de añadir el lugar del mundo en el que se celebre, ya que al ser el calendario islámico de tipo lunar, su equivalencia con el calendario gregoriano puede variar en más-menos un día según el lugar del mundo. Así en Estados Unidos caerá un día después.
La imprecisión de la fecha tiene como consecuencia que todos los días del ramadán implicados en ella sean los de máximo esfuerzo y devoción, también los más propicios para el arrepentimiento y la lectura del Corán, siendo frecuente que los musulmanes más devotos practiquen una i’tikaf o retiro, a saber, una jornada completa en la mezquita. Es también la noche en la que Dios determina el destino del año.
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