Mañana del 22 de agosto, a 8 km de Ciudad Real. Fusilan al octavo Obispo español.
Según las crónicas el 20 de mayo de 1945 la Acción Católica de Ciudad Real levantó en el lugar donde fueron martirizados Monseñor Narciso de Estenaga y Echevarría, Obispo mártir de esa diócesis y de su secretario, Julio Melgar, un sencillo monumento en Peralvillo, a pocos metros del Cerro de los Palos y casi bañado por las aguas del Bañuelos, que fue bendecido por el Vicario General, don Pedro Fernández de Sevilla, y que celebró la Santa Misa ante numerosos afiliados de Acción Católica, autoridades y la hermana de don Narciso, sor Eloísa, superiora de las Siervas de Jesús de Murcia. Al construirse la Presa del Vicario, para no dejar el monumento sumergido, fue trasladado colocándolo un poco más arriba.
Beato Narciso de Estenaga y Echevarría
Nació en Logroño el 29 de octubre de 1882 y fue bautizado el 1 de noviembre. Siendo todavía un niño fallece su padre, Nicanor de Estenaga, por lo que la familia -de origen alavés- se traslada a Vitoria y al poco tiempo, cuando apena tiene 11 años, también muere su madre, Eugenia Echevarría. Entonces ingresó en el Seminario de Aguirre para niños pobres de Vitoria, bajo la tutela de la fundadora de las Siervas de Jesús, Santa María Josefa. Ella le pondrá en contacto con el Beato Joaquín de La Madrid, que había fundado en Toledo un colegio para niños huérfanos o pobres, y se llevó a este centro al pequeño Narciso, al que había tenido ocasión de conocer quedando impresionado por su vivacidad de inteligencia. Don Narciso siempre se declaró deudor de las Siervas de Jesús. Bajo la sabia orientación de este sacerdote, inició los estudios para ser sacerdote en el seminario de Toledo, que culminó con su ordenación sacerdotal en 1907.
Dadas las cualidades excepcionales que le adornaban, pronto fue nombrado canónigo de la catedral primada. El 20 de noviembre de 1922 fue elegido obispo de Ciudad Real, donde hizo su entrada el 12 de agosto de 1923. La consagración fue en la Basílica de la Milagrosa en Madrid y tuvo lugar el 23 de julio de 1923. Actuaron como se ve en la foto como primer consacrante el Cardenal Reig, junto con Monseñor Melo y Monseñor Eijo. En la foto del diario ABC el Beato aparece sentado.
Verdadero hombre de espíritu, que transmitía con sus obras y palabras, la actividad del nuevo prelado se extendió a todos los campos. Se conserva esta foto del Beato Narciso de Estenaga con Santa Ángela de la Cruz.
Cuando la situación se complicó, sobre todo a mediados de julio de 1936, y peligraban las personas de Iglesia, algunos amigos ofrecieron, al Sr. Obispo y a su familiar la posibilidad de ponerse a salvo abandonando la diócesis, lo que no aceptaron. Como diría el Prelado: “mi puesto está aquí”. Nuevamente el día 26 ó 27 les ofrecieron la posibilidad de marcharse, y su respuesta fue la misma: “aquí está mi puesto”.
El 5 de agosto un grupo de milicianos armados asaltaron el obispado, donde él residía, y empezaron un registro meticuloso. El Sr. Obispo defendió el Sagrario de una profanación inminente. En un momento dado amenazaron con matar al Prelado, quien, de rodillas, les dijo: “matadme”. Pero no lo hicieron.
El 12 de agosto los echaron fuera del obispado y fue acogido por una familia amiga, con quien permaneció hasta el 22 de agosto. Le acompañaba su secretario, don Julio Melgar. Ese día los milicianos asaltaron la casa y se llevaron a los dos, que no opusieron la menor resistencia.
Conducidos a las cercanías de Peralvillo del Monte, a orillas del Guadiana y a ocho kilómetros de Ciudad Real, los fusilaron. Don Narciso tenía 53 años y don Julio Melgar tenía 36 años. Al día siguiente sus cadáveres fueron vistos por un testigo, que los reconoció. Llevados al depósito del cementerio, los colocaron en dos sencillas cajas de madera y los trasportaron a la sepultura del Cabildo, donde fueron enterrados. El 10 de mayo de 1940 el cadáver de don Narciso fue sepultado en la catedral.
Beato Julio Melgar Salgado
Nació el 16 de abril de 1900 en Bercero (Valladolid), siendo bautizado el día 22. A los 10 años ingresó en el Seminario vallisoletano, donde completó sus estudios. Allí conoció al Obispo de Ciudad Real, Monseñor Estenaga, quien lo ordenó de sacerdote en 1924 y lo nombró su secretario, pasando a esta nueva diócesis. El proceso de beatificación por martirio del Obispo y su secretario fue incoado el 18 de enero de 1956, clausurándose en la fase diocesana el 27 de junio de 1958. La Positio fue entregada en la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos el 13 de enero del año 1995. El Papa Benedicto XVI aprobó el Decreto de Beatificación el 28 de abril de 2007, realizándose ésta en la Plaza de San Pedro del Vaticano el 28 de octubre de 2007.
Os recomendamos la obra de don Francisco del Campo Real, encargado de la Oficina para las Causas de los Santos del Obispado de Ciudad Real.
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