Aparecida, el mayor santuario de Sudamérica, escenario de la primera misa americana de Francisco

La visita del Papa Francisco al enorme santuario mariano de Aparecida no estaba prevista en el itinerario de la JMJ que se planeó siendo Papa Benedicto XVI.

El Pontífice alemán ya había visitado el santuario en su viaje brasileño de 2007 y no tenía sentido cansarlo con demasiados desplazamientos (Aparecida está a 260 km de Río de Janeiro). Antes ya lo visitó Juan Pablo II en 1980. Cada viaje es una ocasión para renovar infraestructuras en esta pequeña población de 35.000 habitantes, que hoy miércoles 24 de junio se llena con unos 200.000 jóvenes peregrinos. "Los papas son nuestro mejor alcalde", bromean los lugareños.

Un escenario de gran tamaño
Aparecida es como Brasil: todo es enorme, desmesurado. La torre del reloj, llamada Torre Brasilia, tiene 18 plantas y 109 metros de alto. El santuario en sí mide 173 metros de largo por 168 de ancho, con naves de 40 metros de altura y una cúpula de 70 metros. Para construirlo se necesitaron 25 millones de ladrillos.

Aparecida recibe más de 11 millones de visitantes al año, que son atendidos por una treintena de religiosos redentoristas, varias congregaciones femeninas y una red de 800 voluntarios y más de 1.400 empleados. En un fin de semana con actividad grande se quitan 10 toneladas de cera derretida de la capilla de las velas.

El diario La Razón ha elaborado un buen gráfico del santuario y sus dimensiones en PDF.

En la basílica en sí caben unas 15.000 personas, por lo que la multitud de jóvenes seguirá la misa del Papa Francisco a las 10 de la mañana (tres de la tarde hora española) desde las inmediaciones con pantallas gigantes.



Una imagen hallada por pescadores
¿Qué tiene de especial este lugar? En 1717 tres pescadores encontraron una estatua de la Virgen de la Concepción, hallazgo que fue el origen de muchas curaciones y milagros. Uno de los pescadores dio la estatua a su hijo en 1732, que fue quien construyó la primera capilla estable abierta al público. Ya en 1745 se construyó una primera iglesia, y en 1888 otra más grande, que aún está en pie y se llama "la Basílica Vieja". La construcción del santuario enorme y moderno empezó en 1955. 

Hoy la imagen o estampas de "la Virgen negra" (por el color oscurecido de su madera) están en todo Brasil, en casas, comercios, vehículos... excepto allí donde se extienden las crecientes comunidades evangélicas o las sectas, que desincentivan toda devoción a la Virgen.

Bergoglio en Aparecida en 2007
Para Francisco el santuario de Aparecida tiene un significado especial, añadido a su devoción mariana. Fue aquí donde en 2007, durante la V Conferencia Episcopal Latinoamericana, él, como cardenal Bergoglio, lideró la elaboración del "documento de Aparecida" y un llamado a re-evangelizar América Latina, sirviendo a los pobres y admitiendo la primacía del Espíritu Santo en la petición de un "nuevo Pentecostés" (utilizando una expresión de Juan XXIII al convocar el Vaticano II). Muchos creen que esta reunión del Celam ayudó a consolidar la idea que tenían los cardenales de América de Bergoglio como un líder a la vez profético y evangelizador... un papable.

Unos 5.000 militares y policías están a cargo de la seguridad en el santuario: ya el domingo se detectó una bomba de fabricación casera en un baño que la Policía hizo explotar de forma controlada.